Y flotar, flotar, flotar
MARUJA TORRES
Le he llevado a mi preparador físico la foto de un hombre que aparece, nadando como si tal cosa, en el mar de mierda que lame estos días las playas barcelonesas y del Maresme. 'Quiero que me dejes así', le digo. '¿Así de foca?', se asombra. 'No. Así de indiferente. Machácame. Hazme mal. Conviérteme en metáfora de lo que ni siente ni padece'.