Chamizo critica que algunos inmigrantes usen su salvoconducto para 'entrar y salir' del campus

Unos 170 inmigrantes han abandonado el encierro de la Universidad Pablo de Olavide sin sufrir encontronazos con la policía. Tanto la Delegación del Gobierno en Andalucía como la Oficina del Defensor del Pueblo andaluz insistieron ayer en que el 'salvoconducto' ampara a quienes dejan la protesta para desplazarse a las provincias donde se tramitan sus expedientes de regularización, pero no las idas y venidas entre el campus y las barriadas cercanas. 'Hay un grupo que sigue en el campus que usa el salvoconducto para entrar y salir', censuró el defensor, José Chamizo.

El escrito firmado por el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, tiene un encabezado en el que se hace eco de la intención del inmigrante destinatario de abandonar el campus de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). En este documento, Chamizo asegura que 'fruto de mi mediación existe por parte de las autoridades competentes la intención de no proceder a la detención de ninguno de los ciudadanos cuando abandonen voluntariamente el encierro'.

El texto carece de validez legal para impedir una detención policial o evitar una expulsión, pero recoge el compromiso político del Gobierno de no actuar contra aquellos inmigrantes que salgan del recinto universitario para tratar de regularizar su situación en sus provincias de residencia habitual. La Delegación del Gobierno en Andalucía confirmó ayer que los inmigrantes no tienen problemas con la policía siempre que se desplacen a la provincia donde deben tramitar su expediente.

Idas y venidas al campus

El defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, explicó ayer que cerca de una treintena de inmigrantes que recibieron el salvoconducto tras anunciar su intención de abandonar el encierro lo está utilizando para salir y entrar del campus. Después de recordar que unos 170 inmigrantes que dejaron el recinto con su escrito no han tenido ningún incidente con la policía, Chamizo criticó al grupo de argelinos que usa el documento 'para hacer compras' fuera del recinto y 'para entrar y salir' del encierro.

Fuentes policiales justificaron ayer la detención de dos argelinos, ocurrida a las 11.20 del pasado miércoles 30 en la barriada de Montequinto, en Dos Hermanas, como una advertencia dirigida a aquellos inmigrantes que entran y salen del recinto universitario casi a diario para comprar alimentos o tabaco. El cierre de la cafetería de la UPO, donde antes adquirían productos, ha podido contribuir a incrementar el flujo de idas y venidas entre el campus y los barrios de alrededores, lo que desvirtúa claramente el carácter del encierro como medida de protesta.

Los inmigrantes detenidos en Montequinto quedaron en libertad poco después, aunque la policía inició un procedimiento administrativo sancionador contra ambos, que podría culminar en una orden de expulsión si los inmigrantes no presentan recurso. Uno de ellos regresó al campus el mismo día tras su puesta en libertad, el otro marchó hacia Lleida, la provincia a la que ambos pretendían desplazarse, según relató el argelino que regresó a la UPO. Chamizo dijo ayer que el segundo argelino le llamó desde fuera de la provincia de Sevilla para enviar su documentación, informa Europa Press.

El Defensor aseguró ayer que el miércoles prevé entregar al decano del Colegio de Abogados de Sevilla la documentación sobre los inmigrantes que han dejado el campus para tratar de agilizar los trámites administrativos para su regularización. Sobre los que prosiguen encerrados, Chamizo recalcó que su mediación concluyó hace días y que 'la responsabilidad del encierro es de la red de apoyo, la UPO y la Delegación del Gobierno'.

En el campus siguen entre 150 y 170 inmigrantes, tras la salida de un grupo durante el fin de semana, registrada después de la visita del cónsul general de Argelia en España, Abdelkrim Benchiah.