España construye las mayores centrales de energía del mundo alimentadas por el Sol
Una prima de 0,12 euros por kilovatio da luz verde a cuatro plantas de 90 megavatios
Un decreto esperado desde hace más de dos años y aprobado el viernes por el Consejo de Ministros da luz verde a la instalación en España de las mayores plantas térmicas comerciales del mundo que utilizarán como combustible exclusivo los rayos del Sol. Además de incentivar a las energías renovables para competir en el mercado eléctrico, el decreto contiene una disposición que prima con 0,12 euros por kilovatio-hora producido por centrales térmicas solares, de las que hay cuatro proyectadas. La primera se construirá en Sanlúcar la Mayor, cerca de Aznalcóllar.
El sistema es tan simple que no se explica cómo se ha tardado tantos siglos para aprovechar industrialmente la energía que irradia el Sol sobre la Tierra.
Ha llegado la hora. Ha llegado el ansiado decreto que asegura con una prima a los promotores una garantía jurídica y financiera para sacar cuatro proyectos de plantas térmicas solares adelante. Una la promueve EHN en Montes del Cierzo (Navarra), con 15 megavatios de potencia. En la comarca de Guadix, donde el clima ofrece más garantías de sol que en el norte, la sociedad mixta hispanoalemana Milenio Solar tiene previsto ocupar un espacio equivalente a 150 campos de fútbol para instalar una central térmica solar de 50 megavatios.
En un municipio de la provincia de Córdoba, cuyo nombre no se quiere hacer público todavía, Ghersa y su socio norteamericano pretenden instalar otra central de 15 megavatios sobre 240.000 metros cuadrados de paneles solares.
Pero el primero de los cuatro proyectos en ponerse en marcha será el de Abengoa, en el municipio sevillano de Sanlúcar la Mayor, al lado de Aznalcóllar, donde muchos de sus habitantes se han quedado sin trabajo tras la suspensión de pagos de Boliden, propietaria de la balsa minera que arrojó los vertidos tóxicos cerca de Doñana.
'Tenemos toda la documentación preparada para empezar. Todos los permisos y licencias administrativas. En cuanto salga el decreto con la prima, nos ponemos en marcha', afirmó horas antes del Consejo de Ministros Rafael Osuna, responsable de la sociedad Iberinsa (filial de Abengoa) que ejecutará el proyecto.
Osuna no se lo puede creer. Lleva más de dos años explicando el proyecto en foros patrocinados por el Banco Mundial y la Comisión Europea para fomentar este tipo de energía.
Su empresa no podrá ofrecer trabajo a todos los desempleados de Boliden, pero sí a parte de los 74 que necesitan para ponerla en pie. Cuando finalicen la instalación, 12 se quedarán fijos para su explotación y mantenimiento.
La central de Sanlúcar es conocida en el mundo de la energía solar térmica como ST10. La captación de la radiación solar se hará mediante 981 gigantescos espejos móviles de casi cien metros cuadrados de superficie, llamados helióstatos. Todos ellos devolverán el calor a un receptor situado en la copa de una torre de 90 metros de altura por cuyo interior circula una corriente de aire.
Al pasar por la torre, la corriente de aire se calienta a 800 grados, una temperatura capaz de calentar vapor y movilizar una turbina como la de cualquier central térmica convencional.
Lo más costoso de la planta son los helióstatos, desarrollados con tecnología propia por Abengoa. Pero tanto Osuna como Manuel Romero, director de la Plataforma Solar de Almería, donde se han ensayado todos los componentes de la ST10, están convencidos de que su coste se reducirá en cuanto comiencen a fabricarlos en serie. 'La tecnología actual está al mismo nivel que la energía eólica en sus comienzos, hace 20 años. Luego hay que ver cómo han bajado los costes. Ya casi es competitiva', añade Osuna.
100.000 consumidores
Los cuatro proyectos desarrollan tecnologías diferentes. Y cada uno de ellos cuenta con una subvención europea de cinco millones de euros, el apoyo de la Junta de Andalucía y el Gobierno de Navarra, así como del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) para financiar su instalación. Con la prima de 0,12 euros por cada kilovatio-hora vertido a la red se garantiza la viabilidad de su funcionamiento y su amortización en ocho años, según Osuna.
Naturalmente, se trata de plantas piloto con capacidad para satisfacer el consumo de una población como Marbella, con 100.000 habitantes. Pero son las primeras del mundo que se conectarán a un sistema eléctrico nacional en red. En el desierto californiano de Mohabe se instalaron más de 300 megavatios, pero la liberalización eléctrica los dejó en la cuneta. Tuvieron que ser rescatados por varios municipios para sobrevivir.
Tres veces más caro
La cuatro centrales de energía solar térmica ubicadas en la parrilla de salida van a ser los conejillos de indias de esta aplicación industrial a nivel mundial. Hay otros proyectos auspiciados por el Banco Mundial, pero ninguno tan avanzado como los españoles, según se ha destacado en un congreso que acaba de celebrarse en Berlín. La Plataforma Solar de Almería también se sitúa en cabeza de los centros experimentales. Todas las variantes tecnológicas de la producción solar térmica disponibles en el mundo se ensayan en este laboratorio andaluz.
Dentro de dos años se verán los resultados. Si es más rentable fabricar energía sólo en horas diurnas; si los desarrollos para almacenarla en tanques de sales fluidas (parecidas al nitrato de Chile) resultan viables, como se pretende probar en la planta de Córdoba. Para Manuel Romero, director de la Planta Solar de Almería, se parte de una realidad incuestionable. Hoy por hoy, el coste de producción de la energía solar térmica resulta entre 2,5 y 3,5 veces más caro que cualquier otra fuente energética. Por eso eso se considera necesaria una subvención que impulse su despegue y la fabricación en serie durante los primeros diez años.
La posición geográfica de España le permite explotar la energía solar desde posiciones situadas al sur de Madrid, por debajo del paralelo 40.
En cualquier caso, la puesta en marcha de las cuatro centrales proyectadas servirá para reducir el espectacular incumplimiento del plan de Fomento de Energías Renovables en el sector solar. Apenas supera el 10% de los objetivos fijados para el año 2010.
Romero está convencido de que dentro de 10 o 15 años habrá alcanzado precios competitivos. Si es así, las empresas españolas comprometidas estarán en posición ventajosa para extender esta tecnología por el mundo, y habrá merecido la pena esperar cuatro años la aprobación de un decreto.
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