EL FESTIVAL DE BENICÀSSIM ARRANCA ENTRE MULTITUDES
Todohuele a éxito en el arranque de la octava edición del Festival Internacional de Benicàssim. Ya en la víspera, el grupo Telépopmusik, con sucanción 'Breathe', dio toda una fiesta de bienvenida en el velódromo a los entusiasmados 'fiberos'.
La organización, tranquila; el público, acudiendo en masa, y la localidad que acoge al FIB, ocupada por los festivaleros. Es la apresurada radiografía del Festival Internacional de Benicàssim, que ayer arrancó con la única incertidumbre centrada en la meteorología, que en forma de nubes jugando al gato y al ratón en el cielo parecía cavilar si rociar o no al público. Aparcado este tema, todo huele a éxito en el arranque de la octava edición del festival pop por antonomasia del verano español.
Los datos son concluyentes. Si ya antes de iniciarse el festival se habían agotado los 26.000 abonos, el jueves por la tarde se agotaron también las entradas de jornada para viernes y sábado. En estos momentos sólo restan entradas para mañana domingo, pero todo hace pensar que de igual manera se acabarán. En una temporada en la que Benicàssim también ha acusado el descenso de turistas playeros, monocultivo estival de la localidad, el FIB ha acrecentado su reclamo popular como sugiriendo que hay otros modelos de oferta veraniega. Los números le apoyan: en conjunto se espera que más de 32.000 personas visiten el festival.
Éste abrió sus puertas a primeras horas de la tarde del viernes, con centenares de personas haciendo cola en los accesos armadas de paciencia. Con nutrida presencia de ingleses, italianos, alemanes y, muy especialmente, franceses, el FIB ha mostrado que lo de internacional no sólo se refiere a la procedencia de los artistas programados. En un guirigay idiomático resuelto en muchos casos con el código internacional de los gestos, los porteros fueron marcando las pulseras de la concurrencia, que por un año no padeció los rigores de un sol inclemente. Y es que la risa va por barrios, ya que si las nubes preocupaban a la organización -'una tormenta inoportuna echa a perder todo un año de trabajo', decía Miguel Morán, codirector del FIB-, para el público eran la más efectiva protección contra los rigores del verano.
Ya en la víspera, en la fiesta de bienvenida celebrada en el velódromo con más de 7.000 personas, la lluvia roció los rostros de los festivaleros mientras Télépopmusik tocaba su canción, Breathe. Fueron, lluvia y canción, lo único destacable de la noche preinaugural del jueves, todo un festival en sí mismo que sirve de calentamiento para los usuarios del FIB.
En su primera jornada oficial, la del viernes, el festival fue entrando en calor con el pop inocente de Me Enveneno de Azules y la ironía de I Am Kloot, primera banda que cosechó aplausos no atribuibles a la cortesía. Entre tanto, el DJ Wit pinchaba tecno nocturno a la hora del té y en el chill out la electrónica se adueñaba de una carpa que parecía destinada a ahumar alimentos. Fueron las primeras notas de una jornada que esperaba ver triunfar entre otros a Los Planetas y The Cure, primeras estrellas de un cartel tan largo como el propio festival.
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