La maestra paquistaní Mukhtar Mai declara en el juicio contra sus cuatro violadores
Los acusados negaron los hechos, y el testigo principal creó dudas sobre la agresión
Mukhtar Mai, la maestra paquistaní violada reiteradas veces el pasado mes de junio por cuatro hombres por orden de un tribunal popular o 'panchayat' del sur de Punjab, declaró ayer en el juicio contra sus agresores y 10 cómplices, acompañada de su padre y de su hermano. Su abogado, Ramzan Khalid Joiya, dijo a la salida de la vista, celebrada a puerta cerrada, que la joven había estado tranquila. De ser inculpados, los 14 hombres serán condenados a muerte o a cadena perpetua. Mai fue castigada porque su hermano, de 12 años, se relacionó con una joven de casta superior.
Uno de los abogados defensores afirmó que los acusados negaron los hechos y sus familiares afirmaron que todo había sido un invento de la familia de Mai, perteneciente al clan Gujar, en un acto de venganza hacia el clan Mastoi, ejecutor del castigo y más poderoso. El mismo abogado dijo que las declaraciones contradictorias de un testigo clave, como el imán de Meerwala, Abdul Razzaq, que presentó las alegaciones, sólo sirvieron para provocar dudas sobre si él había presenciado la agresión.
Mai fue condenada en el poblado de Meerwala, en virtud de las leyes de honor que aplican tribunales paquistaníes tribales (ilegales), porque su hermano, Abdul Shakoor in Multan, de 12 años, se relacionó con una joven de casta superior perteneciente al clan Mastoi. Miembros de este clan secuestraron al niño, que afirma haber sido sodomizado por tres mastoi durante el cautiverio.
Ante la condena popular, Mai pidió clemencia pero no fue escuchada por sus agresores. Después de ser violada, regresó a su casa caminando semidesnuda ante las miradas de cientos de vecinos de Meerwala. El padre recurrió a la justicia del Estado, apoyado por el imán del pueblo, lo que permitió el juicio iniciado ayer.
A resulta de los hechos, el enfrentamiento entre el poderoso clan Mastoi y el humilde clan de la familia de Mai, Gujar, llevó a los mastoi a decidir obligar al niño a que se case en un futuro con su enamorada, a la vez que establecieron que nunca Mai podrá esposar un mastoi.
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