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Entrevista:Werner Heid

Heid, presidente de Iomega: 'El disquete sobrevivirá varios años'

El líder de productos de almacenamiento da larga vida a la cinta de vídeo

Werner Heid tiene una larga experiencia como gestor de empresas sometidas a cambio tecnológico. Hace un año se convirtió en el presidente ejecutivo de Iomega, tras cerrar el trimestre con 36 millones de dólares en pérdidas. Sin embargo, en éste ha ganado 11,5 millones, facturando un 21% menos. El principal producto de Iomega, el disco Zip de 100 MB, está en declive.

Pregunta: Hay dos tecnologías de almacenamiento básicas, la magnética y la óptica, con innumerables productos. ¿Por qué tantos?

Respuesta: Existen distintas necesidades y requerimientos -como seguridad, velocidad de acceso, capacidad de almacenamiento, facilidad de transporte- que se cubren mejor con unos aparatos y tecnologías que con otros. Es cierto que tanta variedad induce a confusión.

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P. ¿Qué es lo que más pide el consumidor?

R. Muchas veces nos encontramos con que las necesidades específicas de los usuarios no son muy claras. En algunos productos existe una aplicación clara que justifica su compra por encima de las demás. Es el caso, por ejemplo, de copiar música con la grabadora de discos compactos. Los estudios nos indican que en el 95% de los casos la aplicación principal de la grabadora de discos compactos es la música.

P. Con la conexión USB 2.0, ¿habrá mayor demanda de aparatos externos de almacenamiento?

R. USB 2.0 facilitará los aparatos externos, porque es mucho más rápido que el actual USB 1.1. Las ventas de aparatos con conexión firewire bajarán, porque se usaba por su velocidad cuando no había la alternativa USB 2.0. Firewire y USB seguirán coexistiendo porque muchos aparatos de consumo, como cámaras de vídeo, tienen Firewire.

P. ¿Se harán las grabadoras de DVD tan populares como las de CD?

R. Cuando se habla de grabadora de CD, a la gente le viene a la cabeza la grabación de música. No estoy seguro de cuál va a ser la aplicación clave en el caso de la grabadora de DVD, la que va a hacer que se compre el producto. Podría ser la grabación de vídeos propios o de copia de películas.

P. ¿El DVD matará al vídeo?

R. El coste por megabyte es un parámetro muy importante en la adopción de un producto masivo. Sustituir el vídeo VHS no es fácil, sobre todo si no despega la televisión en alta definición. La cinta, sea de vídeo o de almacenamiento de datos de ordenador, desaparecerá a largo plazo, pero estamos hablando de un periodo de tiempo muy largo. La cinta es muy barata y en cambio el mecanismo de lectura de la cinta es relativamente caro, más que un lector óptico. Lo que cuenta es el coste total de propiedad del producto.

P. ¿Desaparecerán los disquetes y el zip?

R. Las necesidades de almacenamiento de los usuarios se duplican cada año, bien sea por incluir imágenes y gráficos en los documentos o por la copia de estos documentos. El disquete sobrevivirá varios años, pese a su limitada capacidad, porque lo tiene cualquier ordenador. El zip puede durar más, porque en 100 o 125 MB caben más documentos.

P. ¿Para qué guardar nada si todo se puede colgar en la red?

R. El almacenamiento de la información en Internet es una tendencia de la que se habla bastante, pero existen dos frenos para que esta práctica se extienda. El primero deriva de la confianza del consumidor. La gente no se fía a la hora de poner toda su información, supuestamente crítica, en manos de otros. Cuando hemos investigado nos hemos encontrado que más del 90% de las pequeñas y medianas empresas no quieren dejar sus archivos en Internet. El otro freno se refiere al coste de poner la información en Internet. Si se cuenta por megabyte, el precio es elevado.

La obligación de guardar todo

El correo electrónico está disparando el uso de productos de almacenamiento. Esto se debe, dice Ulrike Tegtmeier, directora general de Iomega en Europa, a que en varios países, como Francia, existe el requerimiento legal de que las empresas deben guardar sus mensajes de correo electrónico durante cinco años como mínimo.

Tegtmeier añade que 'los consumidores profesionales más importantes de productos de almacenamiento son los abogados' porque, al menos en Estados Unidos, tienen la obligación legal de guardar una copia de cada documento que escriben, en papel o formato electrónico. En muchos países es legal enviar documentos en formato electrónico, lo que hace aumentar también el consumo de productos de almacenamiento, aparte de su uso específico de copias de seguridad.

La nueva ley española de servicios de Internet, la LSSI, también obliga durante un año al almacenamiento de todos los datos de los proveedores de acceso a la red. Pese a la obligación de almacenar, Iomega ha visto caer la venta de sus productos Zip y Jaz.

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