'La ética en política es más importante que la inflación'
Tercera fuerza, tercera vía y tercer hombre en menos de un año; ése es el récord de Ottón Solís, que el pasado verano fundó una nueva fuerza política, el Partido de Acción Ciudadana, lanzó un mensaje equidistante de los dogmas neoliberales y marxistas, y se convirtió en las elecciones presidenciales de febrero, con un 26% de los votos, en el político que ha puesto contra las cuerdas el bipartidismo que ha dominado Costa Rica desde hace medio siglo.
Economista, profesor en las universidades británicas de Manchester y Reading, ex ministro de Planificación en la Administración de Óscar Arias, Ottón Solís, de 48 años, pasó por España recientemente para explicar su discurso político, basado en la lucha contra la corrupción y en la recuperación de la ética del trabajo y de la responsabilidad individual.
'El problema del desarrollo no es de dinero, sino de cultura del trabajo. El problema del sector público no es su tamaño, sino que sea neutral y eficaz. La ética es más importante que las privatizaciones o el dato de inflación', afirma Solís, convencido de la fuerza radical de sus palabras y de la necesidad de acabar con 'los dilemas de la guerra fría ideológica' que atenazan, en su opinión, el futuro político en América Latina.
Solís abandonó las filas del Partido de Liberación Nacional (PLN), socialdemócrata, y segundo partido del país con el 30% de los votos -el primero es la Unión Socialcristiana del presidente Abel Pacheco- y se lanzó a la carrera política con un mensaje de centro y una campaña electoral de la que se siente particularmente orgulloso: 'Se atentó contra los hábitos políticos latinoamericanos. Fue la antítesis del populismo. Se defendió el pago de impuestos y el trabajo duro. No se hicieron promesas que no se pudieran cumplir ni se ofrecieron cargos. Incluso se vendían los programas electorales y las pegatinas. Fue un auténtico reto para la gente'.
Costa Rica parece estar a salvo de esa fatídica de teoría del dominó del caos que se abate sobre América Latina. Sin analfabetismo, sin violencia, sin narcotráfico. Con una renta per cápita superior a la de sus vecinos y una economía progresivamente integrada en la de Estados Unidos, disfruta de una envidiable estabilidad política y económica. Pero tal vez por eso Ottón Solís exige más a su país. 'Nos felicitan por nuestro sistema fiscal, pero la carga tributaria en Costa Rica es de sólo el 15%, cuando la más baja de un país europeo es del 35%. Si queremos aspirar a algo tenemos que compararnos con Europa, no con Latinoamérica, y nos queda mucho por hacer en calidad de servicios, en neutralidad de la Administración pública... Seguimos teniendo un Estado clientelar'.
También es crítico con la política de la Unión Europea hacia Centroamérica. 'Bruselas debería tener un enfoque más cualitativo de las reformas estructurales que llevan a cabo nuestros países, prestar más atención a la hora de condicionar sus ayudas a la descentralización o al compromiso con el medio ambiente, y no fijarse sólo en si la inflación es alta o baja'.
¿Y sobre la Administración Bush? 'EE UU ha anunciado un tratado de libre comercio con Centroamérica. Estamos a favor, pero no se conocen los detalles. Queremos saber más. Se debe informar a la población porque no se puede gobernar al margen de la gente'.
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