La Bolsa española sufre la mayor caída del año por la crisis de Brasil

La Bolsa española sufrió ayer la mayor caída del año un día después de haber tenido subidas también récords. El Ibex 35 cayó un 5,07%, y el índice de Madrid el 4,09%. A la incertidumbre general que reina en los mercados, se sumó ayer la depreciación del 5% del real brasileño y la caída de la confianza del consumidor en EE UU. El resto de las bolsas tuvieron un mejor comportamiento: Londres cayó un 0,5%; París, el 0,47%, y Alemania subió el 0,5%.

Ayer tocó la de arena. Tras la segunda mayor subida del año, llegó la mayor caída del ejercicio. 'Los grandes valores del Ibex 35 se comportaron como si fueran chicharros', explica gráficamente Icíar Gómez, analista de renta variable de Euro Safei. 'Es cierto que la euforia del lunes no se justificaba con ningún dato, pero tampoco la violenta caída de ayer tiene fundamento', continuaba esta experta.

La recogida de beneficios respetó a muy pocos. El impacto de la depreciación del real brasileño, que perdió un 5% frente al dólar, provocó un cataclismo en los grandes valores. El indicador Ibex 35 -principal referencia de la Bolsa española- cerró perdiendo un 5,07%, lo que supone ya un descenso del 25% desde el inicio del año. Por su parte, el índice general de la Bolsa de Madrid terminó el día con el segundo mayor descenso del ejercicio al bajar un 4,09%. En el ejercicio cede un 19,85%. El mercado español se convirtió en la bolsa europea con peores resultados en la sesión, ya que París cedió un 0,47%; Londres, un 0,52% y Francfort subió un 0,50%.

Además de las malas perspectivas de que las empresas brasileñas no logren hacer frente al pago de sus deudas, la decisión del Banco de Uruguay de suspender la actividad bancaria en el país para evitar la fuga de depósitos repercutió en la cotización de las empresas españolas con posiciones en la zona, por el miedo a que se generalice la crisis en Latinoamérica.

El protagonista fue el banco Santander Central Hispano (SCH), que perdió un 10,74%, la tercera mayor caída de su historia. Curiosamente los analistas explicaban que el mercado ayer tomó conciencia de los negativos resultados presentados por el banco, a pesar de que eran públicos desde el lunes a las nueve primera hora de la mañana.

Confianza en EE UU

Otros valores del Ibex que también cayeron con fuerza fueron Telefónica, que perdió un 8,37%, Sogecable, un 7,69%, y el BBVA, que perdió un 6,82%. Esta entidad financiera presenta hoy resultados y el consenso de analistas espera que no incremente los resultados respecto a los de junio de 2001, con lo que el beneficio estaría en torno a 1.280 millones de euros.

En la bolsa también incidió la apertura bajista de Wall Street por el empeoramiento de la confianza de los consumidores en julio y su incidencia en la producción, ya que el consumo genera dos tercios del PIB estadounidense. La firma de investigaciones Conferencia Board, publicó ayer que la confianza del consumidor experimentó la mayor caída desde octubre. El nivel de confianza cayó de 106,3 puntos en junio a 97,1 en julio, mientras que los economista preveían un declive hasta 101,5 puntos. También en Francia cayó ligeramente la confianza del consumidor.

Los inversores temen que la desconfianza en la economía se traduzca en una reducción de los gastos de los ciudadanos, aunque los analistas creen que todavía hay un gran optimismo por parte de la población. La aprobación de la reforma de la ley sobre responsabilidad empresarial, por parte del presidente de EEUU, George W. Bush, que impone penas más estrictas a los directivos que comentan fraudes, ayudaron a que el Dow Jones su pusiera en positivo. En resumen, la volatilidad imperó a sus anchas, y el mercado quedó en manos de los operadores de muy corto plazo (traiders), únicos que sacan que sacan provecho en esta situaciones. 'La situación seguirá igual, como mínimo, hasta el 14 de agosto, fecha en la que se conocerán las empresas con problemas contables.

Por eso, a corto plazo no creemos que haya alegrías', explica Icíar Gómez. A su juicio, el verano podría ser malo si los datos macroeconómicos de Estados Unidos empiezan a deteriorarse.