Condena mínima para el acusado de apuñalar a un magrebí en Ca n'Anglada

El episodio racista que vivió el barrio de Ca n'Anglada de Terrassa hace tres años, durante el que fue apuñalado un ciudadano de origen marroquí, se ha saldado con una pena mínima para el único acusado que quedaba pendiente de juicio. Juan R. S., acusado de un intento de homicidio en grado de tentativa fue absuelto ayer de este delito por falta de pruebas. El juez sólo le ha condenado por un delito de faltas.

La única pena que deberá afrontar el acusado serán seis semanas de arresto por una falta de lesiones con el agravante de haber actuado por motivos racistas. La aplicación de este agravante ha satisfecho a SOS Racismo, que considera que los incrementos de pena por móviles racistas deberían aplicarse en más ocasiones. Esta ONG, sin embargo, lamentó que el apuñalamiento del marroquí haya quedado impune.

Los hechos ocurrieron el 14 de julio de 1999, cuando decenas de vecinos del barrio de Ca n'Anglada atacaron comercios y viviendas de los marroquíes del barrio como supuesta venganza por la agresión de un magrebí a una chica del barrio. A lo largo de tres días, las manifestaciones con cariz racista se repitieron por todo el barrio y fue en una de estas marchas, la del 14 de julio, cuando un magrebí recibió dos puñaladas en el tórax y tuvo que ingresar en el hospital con pronóstico de gravedad.

Por este incidente en concreto sólo Juan R. S. ha acabado siendo juzgado ya que otros 10 detenidos fueron puestos en libertad por falta de pruebas. Durante el juicio, el acusado admitió haber participado en la manifestación xenófoba del 14 de julio, aunque según él lo hizo 'por casualidad'. No afirmó lo mismo su novia, que declaró como testigo y afirmó que había quedado con Juan R. S. para participar en una manifestación 'contra los moros'. En base a esta declaración el tribunal ha rechazado la excusa del acusado y cree que su móvil fue xenófobo.

Juan R. S. también admitió haber participado en el altercado que se produjo al término de la manifestación, que acabó con la paliza y el apuñalamiento del marroquí. Sin embargo el acusado dijo no saber nada de esta acción y dijo que se limitó a darle 'algunos golpes' junto a otras personas. La única razón que dio el acusado para cometer este hecho fue el 'odio' que sentía en aquellas fechas por los disturbios que afectaban a su barrio y que obligaron a los extranjeros a encerrarse en sus casas.

Con la absolución de Juan R. S del intento de homicidio, el apuñalamiento de la víctima queda impune ya que, todo apunta, a juicio del tribunal, del acusado y de algunos testigos, a que el autor de las puñaladas fue otro vecino de Terrassa, José M. S., alias El Orejas, que ya ha fallecido.

El herido manifestó desde la cama del hospital que quien le había apuñalado 'era rubio y tenía unos tatuajes en la parte superior de los brazos', descripción que coincide más con la de El Orejas, ya muerto y que también participó en la concentración, que con la del acusado. La Sala también tiene en cuenta que no se encontró el arma de la agresión, que había poca iluminación en la calle a la hora en que ésta se produjo y que el agresor actuó al amparo de una multitud.