El traslado del archivo de Oteiza a Madrid ahonda las diferencias en su fundación

El traslado de las obras escultóricas, documentación y objetos personales del escultor Jorge Oteiza, de 93 años, desde su casa de Alzuza a los sótanos del cercano Museo-Fundación y al almacén de una empresa de Madrid ha generado una nueva controversia. El traslado, según la decisión adoptada el 26 de junio por el patronato que gestiona el legado del artista oriotarra, de todas las piezas artísticas, bocetos, laboratorio de tizas, documentación, manuscritos, correspondencia y objetos personales de Oteiza comenzó el pasado martes y se prolongará varios días más.

La Fundación Oteiza ha contratado a la empresa Técnicas de Transporte Internacionales (TTI) para desalojar todo el material de la vivienda particular de Oteiza, que en breve será rehabilitada para su conversión en acceso y salida al museo que diseñó Francisco Javier Sáenz de Oiza.

Fuentes de la fundación han indicado que las obras de arte están siendo depositadas momentáneamente en los sótanos del museo y que la documentación y demás objetos serán guardados en las naves de la empresa TTI, en Alcalá de Henares, hasta que la vivienda de Alzuza sea rehabilitada. El presupuesto estimado de la operación asciende a unos 48.000 euros.

Con o sin consentimiento

Oteiza fue informado el pasado martes en su domicilio de Zarautz por un miembro del patronato que le visitó, y dio su asentimiento, según ha señalado el director del museo, Alberto Rosales. En cambio, el albacea artístico del escultor, Carlos Catalán, ha negado que el artista aprobase el desalojo y ha criticado esta actuación.

Los vocales críticos del patronato de la fundación, cuatro de sus ocho integrantes, achacan a Rosales, cuyo nombramiento está recurrido ante los tribunales, la decisión de desalojar irregularmente todo el material sin el permiso del artista. La juez de Aoiz denegó meses atrás la suspensión cautelar del nombramiento del director del museo.

Catalán ha recordado que la vivienda no fue donada a la fundación y que ésta carece de competencia para actuar en su interior sin permiso de Oteiza. 'Es increíble que actúen con esta política de hechos consumados. Es un abuso', ha manifestado el representante legal del escultor. Según estas fuentes, guardias de seguridad impidieron el acceso a la vivienda a allegados del escultor desplazados a Alzuza para comprobar el estado de la casa.

Rosales ha justificado el traslado en la necesidad de mantener el ritmo de construcción del proyecto de Sáenz de Oiza y los plazos previstos para la inauguración de la Fundación-Museo. Según Rosales, previamente se ha inventariado todo el material existente en la vivienda, que incluye también la correspondencia personal y diversos objetos que pertenecían a Itziar Carreño, la fallecida esposa del artista.