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Crónica:NOTICIAS Y RODAJES
Crónica
Texto informativo con interpretación

El cine italiano dibuja a 'Momo' como un símbolo de la diversidad

El director Enzo d'Alò transforma la novela de Michel Ende en un dibujo animado que lucha contra la homogeneización

M omo, la niña tímida que creó Michel Ende para luchar contra los ladrones del tiempo, vuelve al cine, en esta ocasión transformada en un dibujo animado de trazo sencillo y voz aún más fina. Enzo d'Alò (Nápoles, 1953) estrena el próximo 9 de agosto el largometraje Momo, una aventura contrarreloj, donde intenta realizar 'una historia que interese más a los niños que a sus padres, al contrario de lo que suele suceder con el cine de animación', dijo ayer el director durante la presentación del filme.

Desde el gran éxito de público en 1984 de La Historia interminable, el cine no ha parado de recurrir a la literatura juvenil de Michael Ende (1929-1995) -que nunca estuvo contento con la adaptación a la pantalla de las aventuras de Bastian-. Momo, uno de los libros más leídos del escritor alemán, tuvo su primera oportunidad cinematográfica, discreta en los resulatdos, en 1986 con personajes de carne y hueso bajo la dirección de Johannes Schaaf. 'Esta primera película no tuvo éxito porque se redujo a una simple descripción del libro. La Momo de ahora es mucho más personal, más emocionante', explicó D'Alò en Barcelona al comparar su versión animada con la anterior.

La producción italo-germana que ahora se estrena insiste en la defensa de la fantasía y la diversidad, 'dos valores que aparecen de forma constante en la obra de Ende'. Enzo d'Alò resume toda la esencia de Momo en una frase: Tienes que crecer y ver dentro de tu corazón. 'Se trata de vivir con tus propios valores, aprenderlos para luego transmitirlos', aseguró el director emocionado con esta niña 'que se defiende contra una sociedad cada vez más homogeneizada'. Momo es una huérfana morena y de inmensos ojos azules que vive en las ruinas de un anfiteatro. La niña debe enfrentarse a los hombres grises que invadieron el tranquilo pueblo italiano donde vive para robarles el tiempo a sus vecinos. Acompañada por una tortuga mágica y con los consejos del Maestro Horas, la risueña Momo consigue darle un final feliz a esta lucha contra el tiempo perdido. 'Aunque puede resultar difícil explicarle a un niño el concepto de tiempo, lo cierto es que ellos comprenden y se entusiasman con la historia', explicó un director convencido de que 'los niños [al igual que ocurre en Momo] notan que el ritmo de la sociedad está cambiando y que se les trata como adultos'. Así, la ambientación del filme arranca en 1982 en un tranquilo e idílico pueblo y finaliza en un inmensa urbe gris e impersonal llena de moles geométricas que chocan entre sí. Como una muestra del cambio que se produjo en la sociedad europea.

Momo, una aventura contrarreloj es el tercer largometraje de animación de Enzo d'Alò, que ya estrenó en España Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar, por el que obtuvo el Natro d'Argento y el premio del público en el Festival de Montreal. El director muestra en su filmografía 'un cine que pueda leerse en distintos niveles, tanto para adultos como para niños', y que compita con las producciones de Hollywood por 'la forma en que contamos las historias. No podemos jugar a ser americanos de serie B, porque ellos siempre serán mejores americanos que nosotros', bromeba D'Alò, que ahora prepara una adaptación de La tempestad, de Shakespeare, con ilustraciones de Moebius.

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