_
_
_
_

Gérard Depardieu: 'No me atraen los héroes positivos, me resultan muy aburridos'

El actor francés presenta 'Misión Cleopatra', la segunda entrega de 'Astérix y Obélix'

Menuda sorpresa. Todos los que esperaban ver llegar a un Obélix de 120 kilos se encontraron a un Gérard Depardieu con el peso muy equilibrado con su estructura corpulenta. Hay hasta quienes lo vieron delgado. En todo caso, este mito del cine francés apareció igual de atractivo que siempre y de buen humor. Ayer presentó en Madrid Astérix y Obélix. Misión Cleopatra, la segunda entrega de la serie de cómic. 'No me gustan los héroes positivos, me aburren. Me atraen los personajes que aman. A Obélix le trastorna mucho estar enamorado, y a mí también', afirmó este actor que echa de menos a François Truffaut y añora el cine de autor.

Más información
Uderzo convoca a millones de lectores con un álbum sobre la soltería de Astérix y Obélix
Astérix y Obélix se encuentran con Cleopatra en su nuevo filme
Reportaje:: Bretaña se queda sin Astérix

No se extendió demasiado en hablar de la nueva superproducción que se estrena mañana, dirigida por Alain Chabat y en la que participan Monica Bellucci (Cleopatra) y Christian Clavier (Astérix). La comparó con la primera, Astérix y Obélix contra César, en la que también interpreta al mismo personaje, y afirmó que la ventaja de esta última es que Obélix viaja con Cleopatra a diferentes países: Grecia, España, Egipto..., 'y eso es lo interesante, los cambios culturales que atraviesa'. Sobre si se sentía a gusto en ese papel, este inmenso actor y hombre vividor ensalzó la capacidad de Obélix para asombrarse por todo.

Poco más dijo de Misión Cleopatra. Cuando se refirió al resto de los personajes (en realidad, sólo mencionó a uno, a la guapa Monica Bellucci), afloró el hombre con fama de mujeriego que hay detrás del actor. 'Monica es una mujer excepcional y muy sensual, muy sensual', repitió riéndose. 'Y es muy italiana. La verdadera Cleopatra creo que no era tan bella, era pequeña como su nariz y bastante gorda'.

Más que nada, este actor nacido hace 53 años en la localidad francesa de Chateauroux, que ha trabajado con algunos de los grandes (como Truffaut, Bernardo Bertolucci, Andrzej Wajda y Marco Ferreri), se mostró interesado en hablar de su querencia por el cine de autor y de cómo está evolucionando la industria cultural.

Tras proclamar que no le gusta creerse una estrella -'lo que me gusta es la gente, compartir estos momentos importantes con quienes me rodean, porque en esta vida pasamos muy poco tiempo'-, afirmó: 'Echo de menos a personas como Truffaut, que podían contar historias muy simples y llevarlas al cine. Falta gente que tenga ese espíritu, como también lo tuvo Buñuel y ahora quizá Woody Allen y Pedro Almodóvar, que tiene cosas que contar sobre su madre y las mujeres'.

Luego se quejó de que no existan, a su juicio, productoras independientes y que las que hay 'no tengan gusto, sólo piensan en el dinero porque no les interesa el cine'.

Llegados a este punto, se explayó al opinar sobre el cine e industria americanos. 'La cultura americana se ha convertido en la gendarmería de toda Europa y durante mucho tiempo han olvidado al resto de las culturas'. Salió su espíritu rebelde. 'Sus héroes son muy simples, funcionan con esa idea maniquea de los buenos que luchan contra los malos, frente a los héroes europeos que luchan por la libertad'.

Más adelante salvó algunos muebles. 'Los americanos son muy buenos en crear industria y han sabido encontrar una idea de marca en sus productos. Por ejemplo, Madonna es una marca que podría cotizar en Bolsa. Ella, como Michael Jackson, son una industria en sí mismos. Pero no pienso que el cine americano sea malo. Y no se trata de combatirlo o resistir desde Europa, sino de trabajar juntos. El problema no es del cine americano, que está de capa caída, no hay más que ver las películas de acción, sino que el cine europeo encuentre su sistema de trasmisión. Porque los americanos son dueños no sólo de las películas, sino de los canales de difusión'.

Para este actor, dispuesto a rodar la tercera entrega de Astérix y Obélix, la industria y el dinero han acabado con la creación. 'Godard ya no crea, sólo repite', consideró. 'Estamos en un mundo de apariencia. En música están los Beatles y los Rolling Stones, el resto es ruido. Nos encontramos en un periodo de ausencia total de creación. La revista Cahiers du Cinéma representa el mundo del que hablo, el de la creación. Y el hecho de que en su portada vaya Spiderman es que estamos averiados'. Después de participar en casi 150 películas, ¿qué le mueve entonces a rodar? 'Encontrar la fórmula para llevar nuestras historias y nuestros personajes al público'.

Mientras tanto, su curiosidad y vitalismo le han empujado a colaborar en óperas de Bartók y Stravinski; a continuar en teatro y televisión; a tener negocios de petróleo en Cuba y a hacer vino. 'Estoy abierto a todas las culturas'.

Gérard Depardieu, en el centro, rodeado de varios jóvenes animadores de <i>Misión Cleopatra.</i>
Gérard Depardieu, en el centro, rodeado de varios jóvenes animadores de Misión Cleopatra.ULY MARTÍN

A vueltas con la dieta

La americana, beis; el pantalón, verdoso, y una camisa azul clara, casi como el color de sus ojos, revelaban que Depardieu había podido perder 30 kilos, o más, que son los que dijeron que había adelgazado. ¿Qué ha hecho para lucir ahora ese tipazo?, le soltó una periodista. 'No me resulta muy difícil ni engordar ni adelgazar. Lo hago en función de cómo esté mi cabeza. Normalmente, cuando me siento mal, engordo, y no es ninguna tontería tomar un antidepresivo para adelgazar. A veces me resulta demasiado cargante adelgazar y creo que es cuando mi cabeza no está bien. Lo principal es estar a gusto en la piel de uno'.

Él parece estarlo, porque se mostró animado. Eso sí, no se inmutó ni hizo ninguna broma cuando en el salón de la rueda de prensa aparecieron a modo de atrezzo unos cuantos jóvenes disfrazados de romanos.

Se sabe que no le gustan las promociones y aguantó amablemente una entrevista tras otra. Atendió con cariño a un tal Pierre cuando en medio de una respuesta el móvil (que le avisa con la música de la ópera Aida) le interrumpió.

Estuvo reidor, sobre todo al acabar algunas frases: 'El mejor efecto especial es que una pareja funcione, aunque sea con Viagra'. 'Y me gusta más la sensualidad que la sexualidad, porque después del acto y el cigarro no hay nada más'.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_