Visa reduce comisiones para evitar las normas de competencia de la CE

El regulador europeo considera que los cambios introducidos por Visa 'redundarán en beneficio' de los comerciantes y consumidores. La decisión de Bruselas no afecta a las tarifas internas, que deberán ser examinadas por las autoridades nacionales, y los servicios de la competencia siguen analizando la cuestión de las tarjetas de empresa.

Se conoce como TMI (tasa multilateral de intercambio), la tarifa interbancaria que se abona cuando se realiza una operación de compra con una tarjeta, y que está incluida en las comisiones que se cobra por cada pago. El nivel de esa comisión lo fijaba Visa hasta ahora en secreto. Hace dos años el regulador europeo decidió actuar por las quejas presentadas por los comerciantes y mostró en un primer momentos sus objeciones hacia el sistema utilizado al considerarlo poco transparente.

Después de largas negociaciones, Visa propuso a la Comisión Europea una serie de cambios en el sistema para poder beneficiarse de una exención en la aplicación de las reglas de la competencia. En primer lugar, en lo que respecta a tarjetas de crédito, la media ponderada de la comisión se reducirá gradualmente hasta alcanzar en 2007 el 0,7% del pago realizado con la tarjeta. En el caso de transacciones realizadas con tarjetas de débito, Visa introducirá, desde que el nuevo sistema entre en vigor, una comisión interbancaria multilateral de 0,28 euros. Además, la tarifa se aplicará exclusivamente al coste del servicio proporcionado por los bancos de los titulares de las tarjetas.

Visa tendrá también que facilitar la información sobre los niveles de la comisión a los minoristas que los soliciten. El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, considera que de esta manera se está respondiendo a las principales preocupaciones de los comerciantes, al acabar con el secretismo. Además, indicó que 'las nuevas tarifas, no solo disminuirán en términos absolutos sino que también se limitarán a los costes pertinentes'. La exención será efectiva en cuanto Visa introduzca las modificaciones y será válida hasta el 31 de diciembre de 2007. Bruselas decidirá para entonces si la mantiene, en función de las repercusiones en el mercado.