Alonso acepta negociar con el PSE las cuentas de Vitoria

Alfonso Alonso recogió ayer la oferta realizada hace unos días por el PSE para negociar los presupuestos municipales de Vitoria para el próximo año. En el transcurso de la segunda y última jornada del debate sobre el estado de la ciudad, el alcalde popular no quiso entrar en detalles sobre las condiciones impuestas por los socialistas -entre ellas, la de presentar el texto acordado antes de finalizar el año-, pero destacó su voluntad de 'iniciar el próximo curso político' con estas conversaciones.

Además de estas intenciones de consenso, el pleno recogió los restos del agrio enfrentamiento dialéctico mantenido el día anterior por Alonso y el portavoz local de Batasuna, José Enrique Bert. La formación abertzale anunció que presentará esta semana una denuncia en la Audiencia Provincial contra el primer edil por lo que considera 'acusaciones gratuitas que suponen una grave amenaza contra los cargos públicos' de su formación.

Alonso les acusó varias veces de 'representar a ETA' en el consistorio, actitud que Batasuna interpreta como 'una avanzadilla' de su posible ilegalización.

El alcalde vitoriano tuvo que escuchar además los duros reproches de la oposición sobre su gestión. El PNV le recordó todos los proyectos que ha anunciado a lo largo de este mandato y que no se han llegado a materializar. A renglón seguido, los nacionalistas criticaron el comportamiento de Alonso, que consideran 'autoritario, excluyente y falto de diálogo', según María Jesús Aguirre. La portavoz peneuvista subrayó que en este periodo el precio de las viviendas libres ha crecido un 53% en la ciudad, y que la presencia de Alonso en Madrid como diputado no ha servido para atraer inversiones a la ciudad.

El primer edil le replicó anunciando que este año concluirá la tramitación de 8.600 licencias para construir pisos. Izquierda Unida también censuró la falta de voluntad del alcalde por alcanzar consensos con la oposición, y criticó las carencias en políticas sociales, cuyos únicos logros han llegado, dijeron, gracias al papel de la oposición.

Los socialistas presentaron una serie de iniciativas, entre ellas un plan que anuncian como inédito en España, por el que serían los propios colectivos vecinales los que decidirían el destino del 10% del presupuesto municipal dirigido a los barrios.