Una isla de asfalto en Castellón
La construcción de un aparcamiento aísla y deja sin servicios la calle de Navarra
La construcción de un aparcamiento aísla y deja sin servicios la calle de Navarra
La calle de Navarra es uno de los viales del centro de Castellón. Una de esas calles que, por uno de sus extremos, conecta una ronda con el punto del casco urbano más céntrico de la ciudad. Una calle con comercios y viviendas a ambos lados. La calle de Navarra es también una de las elegidas por el gobierno municipal del PP de Castellón para construir un aparcamiento subterráneo. Las obras comenzaron hace algo más de tres meses, lo que supuso el corte de la calle para el tránsito rodado y, en el caso de algunos comercios con posibilidades y previsión, el traslado a otros puntos de la ciudad. Sin embargo, estas obras se han convertido en uno de los quebraderos de cabeza estivales del equipo de gobierno. A las habituales quejas de vecinos y comerciantes se unió, hace unos días, un hecho, calificado de 'imprevisible'. La obra provocó un movimiento de tierra que causó el derrumbe de un tramo que no hubiera constituido mayores incomodidades en un vial ancho pero que, en el caso de una calle tan estrecha como la calle de Navarra, ha desatado una oleada de protestas ya que uno de los lados de la calle se ha quedado prácticamente sin acera. La empresa adjudicataria, Lubasa, se apresuró a instalar un andamio, pero aún así, la calle se ha convertido en una isla de asfalto.
El grupo municipal socialista ha dado a conocer algunas de las particularidades de las molestias causadas por esta obra. Así, aseguraron que ya se han cerrado seis comercios, mientras que las pérdidas en otros ascienden, en algunos casos, a los 300 euros diarios. El portavoz de los socialistas castellonenses, Ignacio Subías, explicó otros casos, como el de una ortopedia que, por las peculiaridades de sus clientes, está viendo igualmente reducido su negocio. En el tramo de calle afectado por las obras se encuentran también algunas consultas médicas. En una de ellas se tratan problemas circulatorios y sus pacientes ven dificultado el acceso que, en ocasiones, llega a ser imposible. Subías relató la queja de otra vecina en cuya vivienda el sistema de calefacción funciona con gasoil. Éste no podrá, en principio, ser rellenado este otoño con lo que, quizá, los vecinos se encuentren durante el invierno sin calefacción. Las mudanzas se habrán de posponer ya que los camiones no pueden acceder a la calle y, de momento, tampoco se ha previsto una zona de carga y descarga en los extremos. Sin embargo, esto no es todo. Igual que las obras impiden acceso a la calle para este tipo de servicios, también lo hacen para bomberos, ambulancias y policía.
Las quejas han llegado a tal punto que el concejal de Urbanismo, Alberto Fabra, se ha visto obligado a reunirse con la empresa y a aceptar algunas de las peticiones de vecinos y comerciantes. Así, al menos, el edil popular se comprometió a garantizar mayor seguridad para favorecer la tranquilidad ciudadana con la habilitación de zonas de carga y descarga, una mayor presencia policial, la creación de pasos para peatones y la instalación de más puntos de luz El ayuntamiento, además, no cobrará el 80% del IAE de todos aquellos comerciantes que han resultado perjudicados por las obras. Los vecinos esperan ahora que la receptividad del equipo de gobierno popular 'se convierta en hechos'.
La calle de Serranos de Valencia, una de las entradas al casco histórico de la ciudad y situada a espaldas de las torres del mismo nombre, vuelve a tener los adoquines levantados. Las obras, que supondrán un cambio del pavimento y de las trapas del alcantarillado, se iniciaron la semana pasada y se prolongarán durante el verano en un intento por reducir las molestias. Sin embargo, el PSPV criticó este fin de semana esta actuación. El concejal de Tráfico y Medio Ambiente del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Manolo Moret, explicó que es 'la quinta vez' en pocos años que se cambia el pavimento de esta travesía. Moret insistió en que las continuas obras 'perjudican seriamente' a vecinos y comerciantes, que pierden clientes por la dificultad para acceder a las tiendas. El concejal socialista pidió un Plan Director de Ordenación del Tráfico en el centro histórico.
Serranos, la obra eterna
La calle de Serranos de Valencia, una de las entradas al casco histórico de la ciudad y situada a espaldas de las torres del mismo nombre, vuelve a tener los adoquines levantados. Las obras, que supondrán un cambio del pavimento y de las trapas del alcantarillado, se iniciaron la semana pasada y se prolongarán durante el verano en un intento por reducir las molestias. Sin embargo, el PSPV criticó este fin de semana esta actuación. El concejal de Tráfico y Medio Ambiente del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Manolo Moret, explicó que es 'la quinta vez' en pocos años que se cambia el pavimento de esta travesía. Moret insistió en que las continuas obras 'perjudican seriamente' a vecinos y comerciantes, que pierden clientes por la dificultad para acceder a las tiendas. El concejal socialista pidió un Plan Director de Ordenación del Tráfico en el centro histórico.
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