El controlador suizo supo que los aviones iban a chocar
El Boeing avisó a la torre 13 segundos antes del impacto
La Oficina Federal de Investigación de Accidentes Aéreos (BFU) situada en la ciudad alemana de Braunschweig confirmó ayer lo sucedido durante los últimos segundos en las cabinas de la tripulación de los dos aviones que chocaron en el aire el pasado 1 de julio sobre el lago Constanza. Según los datos revelados por las cajas negras de los dos aviones, el controlador aéreo suizo de la torre de Zúrich supo 13 segundos antes del impacto que éste iba a producirse.
El accidente causó la muerte de 71 pasajeros, la mayoría adolescentes rusos que se dirigían a Cataluña a pasar las vacaciones de verano. Con la información del BFU se ratifican las sospechas sobre el comportamiento del controlador suizo que se encontraba en la torre de control de Zúrich en el momento del choque. Los sistemas anticolisión de ambos aviones funcionaron como debían; pero cada vez está más claro que las órdenes dadas desde tierra fueron las que provocaron la catástrofe.
Trece segundos antes del impacto, el Boeing de la compañía DHL informó de que su sistema anticolisión (TCAS) le había indicado que descendiese y que estaba llevando a cabo la maniobra. A pesar de que el controlador había pedido al Tupolev 154 que descendiese, en contra de lo que le indicaba su propio TCAS, que le pedía que subiese para evitar el choque, la caja negra no registra ninguna comunicación desde la torre al avión.
El BFU informó ayer de lo que ocurrió en los segundos previos a la catástrofe.
23.34.42. Los pilotos de ambos aviones fueron conscientes de lo que ocurría en esos momentos a 11.000 metros de altura: los sistemas de alarma anticolisión de ambos aparatos dieron la alarma.
23.34.49. El control de Zúrich ordenó al avión ruso, un Tupolev 154, que descendiese a 35.000 pies por 'conflictos de circulación', pero la tripulación rusa no respondió inmediatamente.
23.34.56. Las indicaciones de los sistemas TCAS ordenan al Boeing 747 (un servicio de mensajería de DHL) descender y al Tupolev ganar altura. Sin demora, el primero cumple la orden, pero el segundo se mantiene en su altura, 36.000 pies.
23.35.03. El controlador suizo insiste al avión ruso que debe bajar inmediatamente de los 35.000 pies y es entonces cuando el piloto ruso desciende.
23.35.10. La alarma antichoque del Boeing le ordena descender a gran velocidad inmediatamente.
23.35.19. El piloto del Boeing informa al control de Zúrich de que está descendiendo. No hay respuesta del controlador.
23.35.24. El sistema anticolisión del Tupolev ordena subir a la misma velocidad. Pero ya no hay tiempo.
23.35.32. Los dos aviones chocan en el aire.
Las cajas negras confirman lo que ya había sido revelado en las primeras fases de la investigación: el sistema de alerta anticolisión TCAS del Tupolev sí estuvo operativo e incluso alcanzó a ordenar a los pilotos rusos que maniobrasen para ganar altura.
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