Schröder destituye a su ministro de Defensa por un cobro ilegal
La nueva crisis en el Gobierno socialdemócrata se produce a dos meses de las elecciones
'Las bases necesarias para un trabajo conjunto ya no existen'. Así de rotundo se mostró ayer el canciller socialdemócrata alemán, Gerhard Schröder, al anunciar la destitución del ministro de Defensa, Rudolf Scharping. La revista Stern apareció ayer con una información sobre cobros ilegales del ministro y su relación con un relaciones públicas, Moritz Hunzinger, que trabaja para cientos de clientes, entre ellos empresas de armamento. La destitución de Scharping se produce a dos meses de las elecciones federales y con unas encuestas que dan a Schröder como perdedor.
El canciller compareció ayer en la sede central de los socialdemócratas (SPD) en Berlín y, ante el escenario azul usado para la campaña, tardó un minuto en anunciar el nombre del sucesor: 'Peter Struck, presidente parlamentario del partido, será el nuevo ministro de Defensa'. Los periodistas no pudieron abrir la boca. Claro dejaba también el canciller que Joschka Fischer, vicecanciller del Gobierno y líder de los socios de coalición de Los Verdes, estaba de acuerdo. El canciller, visiblemente malhumorado, abandonó rápidamente el estrado y desapareció.
Poco después, fue el ministro saliente, Rudolf Scharping, en el mismo escenario, el que dio su versión de los hechos. Tampoco hubo posibilidad de preguntas. 'Gran parte de la información de la revista es falsa. Jamás he mantenido ningún contacto con empresarios de la industria del armamento que no se ajustara a lo habitual en mi cargo', explicó Scharping. 'Todos mis comportamientos se han ajustado siempre a la ley y no veo ninguna justificación en lo publicado para un paso tan importante como es una dimisión'. Añadió que se iba sin sentimiento de culpa y que todo forma parte de una campaña dirigida contra su persona. Pondrá el asunto en manos de sus abogados hasta aclarar 'la última palabra'.
La revista Stern muestra, en un artículo titulado El ministro y su socio, que existe una cuenta abierta a nombre de Scharping en el banco Oppenheim, de Colonia, con el número 19189, poco antes de las elecciones de 1998. En ella, Hunzinger le ingresa en dos ocasiones diferentes un total de 72.000 euros en concepto de honorarios por tres conferencias y un adelanto sobre un libro. Aparecen también en el informe facturas de compra de ropa y anotaciones de los contactos habidos entre el ministro y el citado empresario de relaciones públicas de Francfort.
Según declaraciones de uno de los redactores jefes de la revista, Hans Ullrich Jörgens, el expediente llegó a manos de la redacción de Hamburgo hace cuatro semanas: 'Durante este tiempo revisamos y comprobamos cada una de las facturas y anotaciones. Yo mismo ingresé cinco euros en la cuenta de Scharping para asegurarme de que existía'. En la publicación se señala que Hunzinger había intentado, sin éxito, cerrar un trato, reuniendo al ministro con un empresario de la industria del armamento.
De los 83 ministros y cancilleres que han dejado el cargo en Alemania desde 1949, ninguno lo ha hecho nunca tan cerca de unas elecciones. La retirada de Scharping suma la número ocho en la relación de miembros del Gabinete Schröder que han abandonado el cargo desde el inicio de la legislatura en 1998. Cambios de cargo o renuncias personales aparte, atrás quedan los desacuerdos de Schröder con el ministro de Finanzas, Oskar Lafontaine; la salida en 2000 del ministro de Transporte, Reinhard Klimt, por un affaire futbolístico; o los efectos de la crisis de las vacas locas en 2001, que obligó a marcharse a los de Sanidad, Andrea Fischer, y Agricultura, Karl Heinz Funke.
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