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La policía de Kinshasa persigue a las mujeres con ropa ceñida

A las autoridades urbanas de Kinshasa (capital de la República Democrática del Congo) no les ha quedado más remedio que poner firmes a elementos incontrolados de las fuerzas policiales y militares por perseguir a muchachas ataviadas con pantalones ceñidos, minifalda y blusas ajustadas, rasgarles las vestiduras y dejarlas en paños menores en plena calle. Ninguna ley de este Estado prohíbe lucir tales atuendos, pero ello no ha impedido que el fin de semana pasado algunos guardianes del orden moral hayan aplicado con celo su propia norma y practicado la caza del pantalón sexy.

En el barrio de Ngaba, los policías, en grupos de dos y hasta de cuatro agentes, aún insatisfechos, arrancaron las bragas a una joven mientras los mirones saboreaban la desnudez forzada con risas y comentarios groseros.

La veda se levantó en cinco barrios periféricos, las madres montaron en cólera y el procurador general de la República se vio obligado a fustigar indignado por televisión a los desbocados agentes. Al día siguiente fue el gobernador de la ciudad, Doctor Nku, el que recordó cómo en 1997, muchas atrevidas pagaron semejantes actos de celo con violaciones, golpes y magulladuras.

La prensa local está revolucionada. El diario La Référence Plus señala que un pantalón ajustado 'atenta al pudor', pero que estas acciones 'no deben tolerarse'. L'Avenir cita la influencia de la globalización en las modas y arremete contra los defensores de la cultura africana que llaman al respeto étnico,'pero se apasionan ante el televisor con películas, anuncios y videoclips que muestran criaturas con ropas muy próximas a las de Eva'.

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