El 'Edipo Rey' de Frederic Amat estrena escenografía en Bilbao

La versión de Edipo rey (Oedipus rex) dirigida por el pintor Frederic Amat (Barcelona, 1952) se estrenó el pasado año en el palacio de Carlos V de Granada. Hasta hoy sólo se ha visto allí y en el claustro de la Universidad de Valencia, dos espacios abiertos. Así, su puesta en escena mañana (20.00) en el Teatro Arriaga de Bilbao supone casi un 'estreno' para Amat, quien ha reconstruido el espacio escénico para adecuarlo a un recinto cerrado.

'En Granada y Valencia utilicé la propia arquitectura de los recintos en la resolución escenográfica. Como la acción sucede en la fachada del templo de Edipo, en Tebas, utilicé las columnatas del Carlos V y del claustro para situar la pintura viviente que he realizado. El Arriaga es el primer espacio cerrado en el que se hace, y he diseñado tapiar la boca del teatro. Sobre ese muro de hormigón es dónde transcurre la tragedia', adelanta Frederic Amat, encargado de la dirección y del diseño del espacio escénico de Edipo rey, ópera-oratorio basada en la tragedia de Sófocles.

Carmelo Gómez será narrador en una coproducción del Festival de Música y Danza de Granada, y de la Generalitat Valenciana, en la que la música de Igor Stravinsky será interpretada por la Orquesta Sinfónica de Valencia. El tenor Vsevolov Grivnov dará vida a Edipo y la soprano Cecilia Díaz interpretará el papel de Yocasta.

Sin embargo, acudir al teatro con el único ánimo de atender a la música de Stravinsky y al libreto de Jean Cocteau puede ser una forma de desaprovechar un montaje que también cuenta con vestuario de Antonio Miró. 'Sin duda, la música y el canto serían suficientes para disfrutar del Oedipus rex, sólo una grabación en CD ya es una maravilla. Pero con esta obra, además, existe la posibilidad de este viaje visual, de esta especie de vaselina visual que ayuda a penetrar mucho más allá de la música, de la experiencia auditiva. Ese ha sido el gran reto', reconoce Amat, quien asegura haber realizado, 'a tempo musical, una pintura'.

Visión congelada

El pintor catalán encuentra en la movilidad del teatro y del cine (ha dirigido dos 'mediometrajes'), en sus personajes y situaciones, un complemento a la satisfacción que le procura la quietud de la pintura y la cerámica. 'Me fascina este tempo congelado, esta visión congelada de la pintura, ese espacio que se cierra en sí mismo. Pero a la vez también, y no es que sea contradictorio, sino complementario, me fascina este dar vida, esa naturaleza viva que ofrece la caja escénica. Además, para mí la pictórica es una experiencia solitaria en el estudio, y la experiencia escénica o cinematográfica es un trabajo de diálogo con los otros. Y siempre he creído que el diálogo enriquece', reconoce.

Pero, pese a la necesidad de ser polifacético para crecer como artista, Amat no renuncia a su condición de pintor. Referencias a esa faceta principal surgen continuamente cuando se conversa con él. En el fondo, da igual en qué se encuentre inmerso, piensa y actúa como un pintor. 'Para mí ser pintor no es una profesión, es una actitud de vida. Hay que invitar a la gente a que salga de la miopía con la cual entiende al pintor. La actitud caleidoscópica del pintor del siglo XXI, heredada del siglo XX, se manifiesta en diferentes medios de expresión, más allá de la actitud gremial de encerrarse en el estudio'.

Cuando acabe la función de Edipo rey en Bilbao, y otra pendiente en Peralada, Frederic Amat se centrará en sus proyectos inmediatos. Entre ellos se encuentra la realización de El aullido, una película con guión de Guillermo Cabrera Infante, y el montaje de otra en la que las protagonistas son dos manos que dan vida a diez personajes. 'Hago películas mudas que hablan por sí mismas, no son narrativas, tienen una poética visual', especifica el artista.

¿Se ve dirigiendo un largometraje comercial? 'La primera parte de la pregunta sí, la segunda no. Para mí, nada es más importante porque sea más largo o más corto, y nunca he tenido como premisa el aspecto comercial. Hay que hacer cosas arriesgadas, aunque no tengan dimensión popular', sentencia un catalán que se presenta como 'un francotirador' del arte que encuentra 'estímulo en la poesía y la música'.