Hispalink estima que la economía crecerá un 2,2% en 2002, medio punto por debajo de la previsión oficial

El grupo de expertos universitarios reunidos en la organización Hispalink, vinculada a las Cámaras de Comercio, estima en su último informe sobre economía regional que la Comunidad Valenciana crecerá un 2,2% a lo largo de este año, una décima por encima de la media estatal pero casi medio punto por debajo de la última estimación de la Consejería de Hacienda, que redujo sus propias expectativas desde el 3%, en septiembre de 2001, a un 2,6% en febrero de este año.

La última revisión de los indicadores de crecimiento anunciada por Vicente Rambla en las Cortes se produjo inmediatamente después de un nutrido grupo de representantes empresariales valencianos con el ministro de Economía, Cristóbal Montoro, en el Palau de la Generalitat.

Los empresarios sugirieron a Montoro que difícilmente podría el Gobierno trasladarles la responsabilidad de crear empleo si la economía valenciana no crecía por encima del 2,5% en 2002, una posibilidad que tira por tierra el informe de Hispalink.

El trabajo apunta los movimientos en diversos sectores. La matriculación de vehículos, por ejemplo, registraba en marzo un descenso interanual del 11,3%, ligeramente por debajo de la tasa estatal.

El conjunto del índice de producción industrial arrojaba un saldo negativo a finales del primer trimestre de 2002 respecto al año anterior. Para el conjunto del año, Hispalink prevé un crecimiento del 0,7%, que se centraría en el aumento de producción de bienes de consumo e intermedios, porque la previsión para el sector de producción de bienes de equipo resulta negativa para el conjunto del ejercicio.

El sector de la construcción mantiene su pujanza sobre el resto en 2002, con una estimación de crecimiento del 4,4%. Aunque esa tasa es dos puntos inferior a la registrada en 2001.

El sector servicios apunta un crecimiento del 2,6% para 2002. El buen comportamiento del subsector turístico, con gran peso relativo en territorio valenciano, despeja los fantasmas generados por los acontecimientos del 11-S.

La agricultura, finalmente, ofrece indicadores flojos, con una estimación de crecimiento del 1,7% muy por debajo del 2,9% registrado el año anterior, debido a un exceso de oferta.