'Si la 'coca-cola' puede llegar a todos los rincones, los fármacos, también'
'Si podemos llevar coca-cola al rincón más remoto de África, no debe ser imposible hacer lo propio con los fármacos'. Con un discurso plagado de contundentes reflexiones como ésta, Joep Lange, investigador de la Universidad de Amsterdam que ha relevado a Stefano Vella como presidente de la Sociedad Internacional del Sida (IAS), se ganó la complicidad del público del Palau Sant Jordi, que le ovacionó en repetidas ocasiones.
Lange insistió en la obligación de los países ricos de facilitar el acceso a los fármacos antirretrovirales a los países en vías de desarrollo y, con un claro propósito de remover conciencias, denunció la pasividad de los gobiernos que, pudiendo, no aportan los recursos necesarios para luchar contra 'este virus mortífero' que amenaza a tanta gente. 'Dicen que es complicado, pero está claro que complican las cosas para tener una escusa'. Ésta es una cuestión que nos debería arder como un fuego en el corazón', dijo el nuevo presidente de la Sociedad Internacional del Sida. 'Porque está muy claro lo que hay que hacer, y es sencillo, pero falta una acción global que permita detener el sida. ¿O es que no fue una acción concertada la que permitió erradicar la viruela?', señaló.
El investigador holandés insistió en que el tratamiento en los países pobres es posible con el mismo éxito que en el mundo rico. 'No se necesitan infraestructuras y médicos en cada rincón de África para tratar de forma efectiva a los enfermos', explicó.'El mundo no puede permitirse dejarlos morir', añadió. Joep Lange se mostró también muy crítico al referirse a las exiguas aportaciones que hasta el momento han hecho los gobiernos al Fondo Global para luchar contra el sida: sólo un 27% de los 10.000 millones de dólares (10.162,60 millones de euros) que se deben recaudar cada año, una suma que, según el presidente del IAS, subestima las necesidades reales y la capacidad de aportación de los gobiernos.
Incluso si la cantidad a recaudar fuera de 25.000 millones de dólares, no sería una cifra inalcanzable, dijo Lange. '¿Saben ustedes cuánto dinero costó el partido de fútbol de la Copa del Mundo entre Inglaterra y Argentina? 2.000 millones de dólares: faltarían, pues, entre 5 y 12 partidos y un esfuerzo global para hacer realmente algo contra el sida'. '¿A qué esperamos?', preguntó.
El investigador expresó su satisfacción por la presencia en la clausura de la Conferencia de Barcelona de líderes mundiales como Nelson Mandela y Bill Clinton, así como de responsables de gobiernos como el de Tailandia, que ayer cogió el testigo para organizar dentro de dos años la próxima cumbre mundial sobre el sida. Sin embargo, Lange lamentó que la implicación política en la lucha contra la pandemia 'tiene excepciones' y recordó que 'el mal gobierno y la falta de implicación han matado a más personas con VIH que cualquier otra causa'.
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