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Vizcaya y Guipúzcoa siguen sin acordar la gestión de la A-8 que asumirán en 2003

Aunque resta menos de un año para asumir la concesión de la A-8, las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa, gobernadas por el PNV y EA, no han acordado cómo coordinar la gestión de la autopista Bilbao-Behobia y el precio del peaje. Las Juntas vizcaínas aprobaron hace dos meses una propuesta que fija un pago de cinco céntimos de euro por kilómetro, frente a los 12 céntimos actuales, y asignar la gestión a una sociedad pública creada en mayo.

En cambio, en Guipúzcoa se plantea el cobro de siete céntimos por kilómetro y adjudicárselo a una empresa privada. Pese a que el diputado vizcaíno de Presidencia, José Luis Bilbao, anunció en mayo que en breve se firmaría un convenio, no existe ningún acuerdo concretado.

Los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa aseguraron en 1999 que, cuando terminase la concesión privada de la A-8, en junio de 2003, ambas diputaciones crearían un sistema de explotación conjunto de los 106 kilómetros de la autopista, de los que dos terceras partes discurren por territorio guipuzcoano. En 2000 los equipos de Transportes de las dos diputaciones iniciaron reuniones mensuales para concretar el futuro de la A-8 pero finalmente cada institución ha desarrollado sus propias propuestas.

'La idea, a día de hoy, es el cobro de cinco o seis céntimos de euro por kilómetro. Pero habrá que consensuarlo con Guipúzcoa', señaló ayer un portavoz foral vizcaíno. Actualmente, la A-8 reporta 126 millones de euros anuales por el peaje, según los últimos datos referidos a 2001. En 1997, la facturación era de 86,3 millones de euros.

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