El 'clan valenciano' destaca en las tomas de posesión de los ministros

El poderío valenciano ya se aprecia en Madrid. Y tiene un nombre y un estilo propio: Eduardo Zaplana. El ya ex presidente de la Generalitat valenciana tomó ayer posesión de su cargo como nuevo ministro de Trabajo poco antes de la una de la tarde y le dio tiempo luego para darse un paseo rápido para acompañar en un acto solemne similar al nuevo ministro de Justicia, José María Michavila. En ambos escenarios se notó algo especial. A Zaplana no le gusta acudir a ningún sitio, como responsable político, en solitario. Siempre llega arropado por una corte de colaboradores y dirigentes a los que ha promocionado que, además, en estos momentos, ocupan un trozo importante del poder en Madrid.

En el Ministerio de Trabajo, observando cada gesto de Zaplana, se agolparon los principales dirigentes del PP valenciano: el nuevo presidente de esa comunidad, José Luis Olivas; el candidato para ese cargo en las elecciones del año que viene, Francisco Camps, ahora delegado del Gobierno en esa región; y el secretario de Estado de Seguridad Social, Gerardo Camps. En el coche, con Zaplana, llegó el propio Michavila, diputado por Castellón en las pasadas elecciones, como ocurre con el también presente secretario de Estado de Comercio, Juan Costa. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, amigo personal de Zaplana, le secundó toda la mañana. No faltó al acto el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Carlos Aragonés, también de ese entorno, como el secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo. La mayoría de esos dirigentes se desplazaron rápidamente luego al Ministerio de Justicia.