Estupidez surrealista
Ver a nuestra alcaldesa apoyando la motorización de la ciudad, encabezando una marcha de motos provocantes de ruidos estridentes, no permitidos por la ley, y gases contaminantes acompañados por toda la parafernalia y simbología fascista (incluida cruces gamadas) que lleva esta movida.
Cuando a esa misma hora recorría la ciudad una marcha pacífica, silenciosa y sin malos humos de bicicletas que pedían otro tipo de convivencia en la ciudad y en el mundo. Donde los humos, ruidos y la pobreza hayan desaparecido para que otro modo de vivir más solidario sea posible. Aunque cierto tipo de políticos ni se enteran.
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