Retrato de la Gran Vía desde una moto

Un panel de dieciséis metros de largo por un metro treinta de altura, que cuelga de tensores metálicos, es la joya de la exposición. Tiene forma de círculo y abraza uno de los tabiques del museo. Se divide en dos partes, la interior y la exterior. Su nombre es Ciudad, espacio interior.

El arquitecto madrileño de 36 años García de Cubas forma en la parte exterior del panel un collage con imágenes de la popular Gran Vía: 'He conocido Madrid en moto y la visión desde el asiento es efímera, rápida. Yo conducía con la cámara en el pecho e iba tomando las fotografías. También tomaba fotos cuando me paraba en los semáforos', explica De Cubas. En la estampa aparecen superpuestos rostros, autobuses, semáforos, carteles, el edificio de la plaza del Callao y un cartel publicitario. Son imágenes fugaces.

La cara interior muestra una red de líneas que en clave abstracta pretende mostrar el mismo escenario que la parte exterior. 'Es el paradigma electrónico, pretendo mostrar una representación de la ciudad como una red de redes. También se puede ver como conexiones neuronales en los cerebros de las personas', comenta De Cubas.

Cuando el visitante penetra en la parte interior de la obra escucha una melodía llamada Audio Picture, que fue compuesta por el francés de 38 años Hervé Cappoen a partir de los sonidos que emitía la impresora que se utilizó para realizar el panel. Es una creación que persigue anular los límites entre categorías artísticas. Puede ser vista como una escultura o una pintura y pretende que el espectador se integre en la obra.

El autor quiere mostrar dos caras de la misma moneda, 'dos realidades, una exterior que todos vemos y otra interior, individual'. En su obra, la ciudad se representa como un conjunto de impresiones.

La Gran Vía se convierte así en protagonista de un viaje en moto que no concluye cuando el conductor se quita el casco. Esos cientos de cerebros que se cruzan con el viajero también forman parte de la obra.