Visiones de la ciudad en el siglo XXI
El Museo Municipal de Arte Contemporáneo muestra las enigmáticas impresiones urbanas de seis fotógrafos
Fogonazos de la ciudad, imágenes únicas que sólo pasan una vez por las retinas, que quizá no dejen recuerdo, pero que en el momento de ser atrapadas por una cámara fotográfica se convierten en un homenaje al presente. Son instantáneas tomadas y tratadas por ordenador por seis fotógrafos, y están reunidas en la exposición Madrid: retratos urbanos de hoy, que acoge el Museo Municipal de Arte Contemporáneo.
'La muestra pretende captar la ciudad a través de la mirada del artista del siglo XXI, cuya visión es más subjetiva que la de los creadores de otras épocas', dice Eduardo Alaminos, director del centro. A su juicio, el espacio urbano ya no puede captarse en su conjunto, salvo por satélite. Por fuerza, entonces, la visión ha pasado a ser fragmentaria, inconsciente, personal.
La fotografía que recibe al visitante muestra un bloque de edificios a última hora de la tarde. La tomó en 2001 el leonés de 46 años Alberto García Alix desde otro bloque de edificios. Se titula Lo que duró un beso. Se ven ventanas entreabiertas que dejan escapar la luz, ventanas apagadas y persianas cerradas. El tiempo queda suspendido como en un beso; el edificio podría seguir paralizado unos minutos más. Tal vez se apague una luz o se encienda otra o salga una persona a fumar un cigarrillo a la ventana.
El ruso Borís Savélev, de 57 años, ha tomado las luces y las sombras de la capital en 10 fotografías bajo el título Madrid en torno al sol. Desde la estación de Atocha hasta la estación de metro de Ópera, el autor juega con la luz de las mañanas en la ciudad. Las personas ceden el protagonismo en la obra a la sombra que deja una escalera en la acera o a un cartel que anuncia comida cortado por un muro. El paisaje urbano cobra una dimensión en la que el espectador puede proyectar su estado de ánimo. Hay un fondo de melancolía en las fotografías de Savélev.
Tomada desde una azotea, una panorámica del centro de la ciudad bajo un cielo amarillento coloreado digitalmente es la fotografía que presenta Hanna Collins, inglesa de 46 años afincada en Barcelona. En la obra, titulada True colors, el cielo oprime los edificios y los tonos amarillos dan una sensación de angustia.
La siguiente imagen muestra un plano del metro sobre fondo negro en el que las estaciones son puntos de luz y las líneas de trayecto están difuminadas. El autor es José Manuel Ballester, madrileño de 42 años. Los nombres de las estaciones y de los barrios se resaltan con juegos de luces que semejan al neón. Es una visión nocturna de la ciudad. El título es Navidad 2002.
El edificio Metrópolis, en la confluencia de la Gran Vía y la calle de Alcalá, es el protagonista del montaje de Concha Prada, zamorana de 43 años. La autora fotografió a vista de pájaro el edificio en dos días distintos y unió las instantáneas sobre la misma superficie. El resultado es una imagen de espejo, donde el reflejo se rompe por la presencia de coches circulando por la calle.
Esta muestra forma parte de una serie de exposiciones con las que el museo madrileño pretende dar a conocer los fondos de los que dispone y formar una extensa colección de imagen urbana con atención preferente a la capital.
Madrid: retratos urbanos de hoy. Museo Municipal de Arte Contemporáneo (Conde Duque, 9 y 11). Hasta mediados de octubre. De martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00.
