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La Comunidad Valenciana, trampolín para llegar a Madrid

Eduardo Zaplana Hernández-Soro (Cartagena, 1956) no ha ocultado nunca su ambición por hacer carrera política en Madrid. Militante de las Juventudes de UCD antes de 1982, Zaplana aparece como una figura ascendente del PP en 1991, donde es designado cabeza de lista a las Cortes valencianas por Alicante y candidato a la alcaldía de Benidorm. Pese a ser el segundo partido en número de concejales, Zaplana logra la vara de mando de Benidorm en noviembre de 1991 gracias al voto de una concejal tránsfuga del partido socialista. La alcaldía será el trampolín para lograr la nominación como candidato a la presidencia de la Generalitat valenciana en los comicios de 1995.

La campaña electoral frente al socialista Joan Lerma sacará de nuevo a la luz las conversaciones telefónicas grabadas en 1989 por la policía -y luego anuladas en el proceso judicial- en el denominado caso Naseiro, relacionado con la financiación irregular del PP y en las que interviene Zaplana. La victoria frente al PSOE le permitirá, tras un acuerdo firmado en el despacho de un empresario con los regionalistas de Unión Valenciana, ser presidente autonómico. Zaplana aprovechará su cargo para revalidar la presidencia con mayoría absoluta en 1999. Una reválida con la que aspira a contar en la sucesión de Aznar.

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