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Telefónica recurrirá los concursos públicos que considere se asignan con criterios 'arbitrarios'

La operadora ha impugnado la concesión a Euskaltel del Ayuntamiento de Getxo

La guerra de las telecomunicaciones tiene en Euskadi una sombra política. Telefónica es el gran operador en toda España, hoy privado pero nacido del sector público, y Euskaltel es el operador exclusivamente vasco ligado a una apuesta política del Gobierno autonómico. Tras años de reproches a la espalda de unos y otros, Telefónica ha optado por llevar el conflicto hasta los tribunales. Así, ha presentado un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco contra la concesión a su rival del concurso de telefonía de Getxo, Ayuntamiento del PNV, y anuncia que siempre que considere que se aplican criterios 'arbitrarios' recurrirá las concesiones en defensa de sus intereses.

El año pasado, Euskaltel ingresó 16.804 millones de pesetas y registró unas pérdidas netas de más de 48 millones de euros (cerca de 8.000 millones de pesetas). La empresa, en cuyo capital se encuentra la Administración vasca, se ha propuesto eliminar estas pérdidas operativas y alcanzar un resultado (antes de impuestos, amortizaciones e intereses) positivo en los últimos meses de este año e ir avanzando para lograr beneficios en el año 2003. En todo caso, la política de Euskaltel es mantener una línea de comunicación discreta y no entrar en peleas en los medios. El plan de desarrollo de esta empresa se apoya en sus socios, que en sucesivas ampliaciones de capital han podido hacer frente a las pérdidas y al despliegue de red, casi una obsesión para la compañía.

Operador dominante

Frente a este modelo de Euskaltel, Telefónica, generalmente criticado en el resto de España por sus competidores por impedir la competencia desde su posición de operador dominante, ha pasado al ataque. Euskadi es el lugar de España donde ha perdido más cuota y desde la empresa se vincula a una estrategia de apoyo político y una distorsión del mercado de la telecomunicaciones. Así las cosas, la guerra de las telecomunicaciones ha llegado a los tribunales, pero antes tiene una larga lista de pérdidas.

Euskaltel empezó quitando a Telefónica el contrato de telefonía de la Administración vasca, de Osakidetza, de la UPV y posteriormente de otros ayuntamientos. Uno de los casos más sonoros fue la victoria hace dos años de la telefónica vasca en el Ayuntamiento de Vitoria en el servicio de datos. Pero más allá de lo que podía ser una guerra comercial simple, donde unas veces ganan unos y otra, otros, ahora la batalla está en el Tribunal Superior de Justicia. Telefónica no perdona el pecado original de Euskaltel (nació fruto del pacto de legislatura entre el PP y el PNV en 1996) y su posterior conexión con el Ejecutivo vasco. Desde el primer operador español se considera que Euskaltel se beneficia de un trato a favor.

No quieren hablar de los anteriores contratos, pero aseguran que el de Getxo fue 'arbitrario' y que van a pelear por sus derechos hasta el final. Además, apuestan por volver a recurrir siempre que consideren que sus propuestas no han sido valoradas con el rigor técnico y de precio suficiente. Además, señalan que Euskaltel ha incumplido la cláusula del contrato que les obliga a dar servicio en 60 días. La operadora asegura que ese incumplimiento debería hacer que el contrato recayera en la segunda operadora que participó en el concurso.

Los mismos argumentos

En Euskaltel nadie quiere pronunciarse sobre este incidente. Les sirven los argumentos del resto de las operadoras en España que habitualmente se quejan de que telefónica dificulta la competencia. Uno de los últimos expedientes que la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) ha abierto a Telefónica, por una denuncia de Madritel, es de carácter 'muy grave', por aplicar determinados descuentos en grupos cerrados de usuarios. Es decir, que existe la posibilidad de que el operador dominante facture las llamadas entre los integrantes de un grupo cerrado de usuarios a precios inferiores de los que cobra al resto.

Pero más allá del cruce velado o claro de acusaciones, el pasado viernes se sumó a la polémica el PP de Basauri que criticó el servicio de telefonía contratado recientemente por el Ayuntamiento. El portavoz municipal de este grupo, José María Agüeros, señaló que el servicio funciona mal y que en muchas ocasiones se pierde la línea de teléfono. Además, el edil señalaba que el precio del contrato ofertado por Euskaltel era 12.000 euros superior al de Telefónica.

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