El cambio de frecuencia de TVE 1 augura una batalla audiovisual

La primera cadena de Televisión Española lleva dos años trasladando sus emisiones de VHF a UHF, un sistema que permite rentabilizar mucho mejor el saturado espacio radioeléctrico. El problema radica en que la frecuencia adjudicada en 1990 a TVE para sus emisiones en UHF en la Comunidad Valenciana, el canal 25, lo ocupa Punt 2. El inminente baile de frecuencias afectará a otros canales que se reciben en territorio valenciano.

La Unión Internacional de Telecomunicaciones recomendó a TVE hace dos años que liberara el amplio espectro de espacio radioeléctrico que ocupan las emisiones de VHF para desplazar sus emisiones a frecuencias de UHF, que ocupan bandas mucho más estrechas. El proceso se ha desarrollado sobre el 75% del territorio nacional. La Comunidad Valenciana sigue pendiente, pero la presión de los operadores de telefonía móvil para ganar espacio acelera el proceso.

La concesión administrativa de frecuencias sólo establece canales para las dos cadenas de Televisión Española, las cadenas privadas de ámbito estatal y una cadena pública por cada autonomía. En territorio valenciano, TVE tiene asignado el canal 25 de UHF desde 1990, y emite a través de la red de Retevisión. Pero el canal 25 es el que soporta las emisiones de Punt 2, la segunda cadena pública, que carece de una frecuencia asignada legalmente.

Una fuente oficial de Retevisión explica que la empresa se limita a seguir las instrucciones de sus clientes, que son los titulares de las concesiones administrativas.

Fuentes de la Generalitat y de RTVV afirman que las negociaciones para evitar una batalla por las frecuencias se desarrollan desde hace tiempo y auguran que no habrá ningún problema cuando TVE traslade sus emisiones a UHF.

Pero otros técnicos afirman que Punt 2 ocupó en su día el canal 25 sin mediar negociaciones con TVE y sugiere que el segundo canal autonómico podría desplazarse a los canales que utilizan en la actualidad TV3 o el Canal 33, operados por Triadia.

Otro problema radica en la abundancia de televisiones locales que operan en territorio valenciano. Su potencia de emisión sera decisiva para mantener sus actuales canales cuando empiece el baile de frecuencias, aunque el solapamiento de dos emisiones complica sobremanera la recepción de la señal.