La cima de Montjuïc se convertirá en zona de paseo

Se podrá caminar desde Miramar hasta el Sot del Migdia sin perder el resuello por una senda zigzagueante de algo más de dos kilómetros que discurrirá por la cota alta de Montjuïc. Esta zona de paseo con vistas a la ciudad será el eje básico del proyecto ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento de Barcelona para reordenar la parte alta de la montaña. El empeño del alcalde Joan Clos de convertir Montjuïc en una acrópolis verde comienza a tomar forma. El proyecto prevé intervenir sobre 100 hectáreas que quedarán cerradas al tráfico e incluye una reforma del entorno del castillo.

El proyecto prevé que el funicular llegue de nuevo hasta el castillo situado en la cima

El equipo ganador del concurso está formado por arquitectos jóvenes, dirigidos por Joan Forgas, el ecólogo Ramón Folch, el experto en movilidad Ole Thorson y el ingeniero agrónomo Albert Bestard. Se trata de un proyecto ambicioso y complejo, como reconocieron ayer los propios autores en el acto de presentación. Previsiblemente no podrá ser ejecutado en un único mandato y requerirá una inversión millonaria. Inicialmente el presupuesto previsto es de unos 100 millones de euros (16.000 millones de pesetas) que, según los planes del actual equipo de gobierno, deberían salir, a partes iguales, de las arcas municipales y de la iniciativa privada.

El propósito de la reforma es lograr que la parte alta de Montjuïc, de lado a lado de la montaña, sea para el disfrute de los ciudadanos. Pese a la espectacularidad de sus vistas, la cumbre Montjuïc es poco frecuentada por los barceloneses y la mayor parte d sus visitantes son turistas. El proyecto pretende reordenar la cima de tal modo que quede claro que el parque no termina en los aledaños del estadio. 'Ha de ser algo así como el Central Park de Barcelona', resumió el ecólogo Folch.

Para acabar con el aislamiento de la parte más alta una montaña, que llega a 172 metros de altitud y ofrece una vista imponente de la ciudad, el proyecto prevé abrir una senda central que iría desde el lado de Miramar hasta el opuesto y acabar asomándose al Sot del Migdia. Todo ello con un sistema de elevadores, una combinación de ascensores y escaleras mecánicas destinadas a salvar los desniveles más pronunciados. Una de las principales novedades es que el funicular -en el que ya se aplica la integración tarifaria- llegará hasta el mismo castillo. Será un área eminentemente peatonal ya que por la única vía de acceso sólo podrán circular el transporte público y los vehículos de servicio.

Los principales puntos del proyecto son los siguientes:

- Reconversión del castillo. Un edificio puente se construirá junto al castillo a modo de pasarela entre la futura senda del paseo central y la punta del Morrot, donde se convertirá en un mirador. Albergará la estación final del funicular y el Centro de Interpretación de Montjuïc, pensado como un espacio de exposición sobre la montaña. En principio, también se ubicarán en este edificio un restaurante. Fuentes municipales reconocieron que todavía están pendiente de resolución el uso del museo militar que se encuentra dentro del castillo y que es objeto de negociaciones entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento.

- Accesos y movilidad. El proyecto apuesta por el funicular como principal transpote público de acceso, ya que está conectado con las líneas 2 y 3 del metro y subirá directamente hasta el castillo. En el futuro, la línea 9 del metro llegará hasta la denominada puerta Delta (la más cercana a los terrenos de la Fira 2). Además, el proyecto incluye la propuesta del arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Antoni Acebillo, de construir un monorraíl elevado para conectar los dos recintos de la Fira. El uso del vehículo privado quedará restringido y se crearán cuatro aparcamientos con cerca de 4.000 plazas. La anchura de la calzada actual de las vías, que osicla entre 9 y 12 metros, se reducirá. Un autobús ecológico con una frecuencia de paso de 5 a 7 minutos enlazará los diferentes puntos de la montaña con los otros medios de transporte que llegan a la cota baja e intermedia. Y habrá un sistema de remontes para bicicletas en las pendientes más pronunciadas.

- Los jardines. Montjuïc quiere convertirse en un sistema de jardines interconectados y de fácil acceso. El Jardín de la Cima será la columna vertebral. Alrededor de la senda que unirá la puerta Forestier -en Miramar- con la puerta Delta, junto al Sot del Migdia, habrá elementos acuáticos, fuentess, pérgolas y zonas arboladas destinadas a dar sombra y frescor. Donde actualmente se encuentra el tiro al arco se construirán los Jardines Lluís Companys. El llamado Xerojardí será el nexo de unión entre los Jardines de Costa i Llobera y el cementerio, donde también se pretende recuperar los que había en la entrada. Dentro de este sistema verde se ubicarán además el Jardín de los Sentidos -donde antes estaba el parque de atracciones- y el Jardín Romano, ya en el límite de la Zona Franca.