El corto 'Desaliñada' se estrena con los honores de un largo
El filme se proyecta 14 veces al día por un euro en los UGC Cine Cité
Catorce veces al día y por el precio de un euro la sesión. Un cortometraje, Desaliñada, dirigido por el actor Gustavo Salmerón, ha logrado los honores de un largometraje y desde la semana pasada se proyecta en los cines UGC Cine Cité de Madrid (calle de Acanto, 2) como una película en sí misma.
Desaliñada, que logró el Goya el mejor corto de 2001 y que la semana pasada sumó a la veintena de premios que ha obtenido este año el del mejor cortometraje en el IFP/West Los Ángeles Film Festival, se proyecta cada día desde las 16.00 horas hasta las 23.00. 'Hace un año intenté que algún cine proyectara el corto delante de una película. Pero dura 23 minutos y perdían un pase. Entonces se me ocurrió la idea de estrenarlo en solitario en una sala. Pero no fui tan osado de proponérselo a ningún exhibidor. Y un año después me llamaron de UGC porque, en colaboración con la SGAE, estaban organizando proyectar cortometrajes. Entonces les conté la idea, les gustó y se ha hecho realidad', cuenta Salmerón.
'La idea', continúa el actor, 'es elevar la categoría de los cortometrajes dedicando una sola sala para ellos. En vez de antes de un largo o cuatro cortos juntos, cosa que generalmente no suele funcionar, hacer pases de un sólo corto cada media hora a un precio muy asequible. De esta manera el espectador decide si prefiere ver una historia de menor duración a menor precio'.
Según Salmerón, se trata de una iniciativa que sólo puede funcionar en grandes multisalas, en las que hay una gran afluencia de público. 'Los cortometrajes se convierten en un producto de consumo de impulso. Es decir, el cliente que va al cine, igual que se compra unas palomitas o un refresco, se ve un corto por un euro'.
'Mucha gente va al cine, pero al final no entra por diversas razones: la película ya ha empezado, la película que quiere ver está llena y no desea ver otra, se le hace tarde o tiene a los niños en casa con la canguro..., no sé. Y ver un corto puede ser una buena opción. O acaban de ver una película, les apetece hacer doblete, pero no tienen tiempo o dinero. Es como un pequeño caramelo de cine, como un postre o un aperitivo del largometraje. Un regalito que te hace la sala de cine'.
'La producción mundial del cortometraje es amplísima, variada y en muchos casos de una gran calidad, por lo que no es difícil encontrar buenos títulos para los exhibidores. España es uno de los países en el que más y mejores cortos se producen', continúa el actor y director, para quien esta iniciativa pretende 'elevar al cortometraje a la categoría que se merece, ofrecer al espectador una nueva manera de ver cine, solucionar un problema preocupante que es la imposibilidad actual para exhibir cortos'.
Babelia
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