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Reportaje:

El ordenador que lee para los ciegos

Un nuevo sistema de lectura de la Biblioteca foral de Vizcaya permite a los invidentes acceder a los libros

Una voz fría y robotizada enumera algunos fondos del catálogo de la Biblioteca foral en Bilbao. A continuación se escucha que la misma voz da instrucciones al usuario del ordenador para que seleccione uno de los fondos. No es otro invento de Bill Gates, sino una nueva herramienta para hacer los libros más accesibles a las personas invidentes, y que así no tengan que depender de terceros.

Este ordenador, con teclado en braille añadido, se encuentra en la Sala de lectura para ciegos de la biblioteca. Ha sido adaptado para que un sintetizador de voz sea capaz de reconocer los caracteres que aparecen en la patalla y luego poder reproducirlos. Así lo explicaba ayer Clotilde Olaran, directora de la biblioteca, junto con la diputada foral de Cultura de Vizcaya, Ana Madariaga, al presentar este nuevo sistema de lectura para invidentes.

El usuario selecciona en el ordenador, a través del teclado braille y siempre siguiendo las instrucciones de la voz, el libro que le interesa. Después, los responsables de la biblioteca se lo proporcionan. Luego lo coloca en un escáner que está conectado a un sintetizador de voz y la máquina empieza a leer el libro.

No se entiende nada. No es que la máquina se haya vuelto loca, sino que está indicando al lector que ha colocado mal el libro y que debe ponerlo en la posisición correcta. Ahora la voz ya es comprensible y la persona invidente escucha el libro que había seleccionado. Se notan ciertos problemas de pronunciación pero 'los usuarios se acostumbran enseguida a esos errores', afirma Olaran. Si los usuarios tienen algún tipo de problema, pueden pulsar unos timbres y los responsables de la biblioteca acuden a intentar solucionarlos.

'La imprenta de los libros en braille es muy lenta, así que teníamos que encontrar otra manera más rápida para facilitar a este colectivo la lectura', afirma la directora de la biblioteca.

Las personas invidentes que se acerquen a esta sala también tienen la opción de imprimir los libros en braille, así como tomar notas mientras consultan los fondos a través del teclado adaptado para ellos. Además, disponen de auriculares individuales para no molestar a los compañeros mientras leen.

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Hoy en día hay 1.711 personas en Vizcaya con algún tipo de minusvalía en la vista, según datos de la ONCE. De todas maneras son muy pocos los que se acercan a la biblioteca. Según Clotilde Olaran, los usuarios habituales de esta sala no son más de seis.

La sala también cuenta con telelupas para aquellas personas que tengan otro tipo de discapacidades en la vista. En este caso, se coloca el libro debajo de una pantalla con un cristal de gran aumento, que facilita la lectura.

'Potencialmente se puede escanear cualquier fondo', afirma Olaran, aunque admite que los periódicos es lo más complicado y que el resultado no es muy bueno debido al tipo de papel. Aún así, ahora podrán acceder a la lectura todos los ciudadanos, sin ningún tipo de distinciones.

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