Madrid almacenó en junio 1.017 toneladas de residuos tóxicos de Castilla y León

El depósito de residuos tóxicos de San Fernando ha recibido durante el pasado junio 1.017 toneladas de material peligroso procedente de Castilla y León, según Ignacio López-Galiacho, director general de Calidad y Evaluación Ambiental de Madrid. La admisión de estos residuos es consecuencia del acuerdo al que llegaron ambas administraciones regionales para paliar la situación causada por el cierre judicial de la planta de Santovenia de Pisuerga (Valladolid). La 'solidaridad que debe existir entre regiones', según lo definió en su día Pedro Calvo, consejero madrileño de Medio Ambiente, finalizó ayer.

La planta de San Fernando de Henares, que funciona desde hace 15 años como único depósito de residuos peligrosos de Madrid, no admitirá más detritos tóxicos de Castilla y León, tras finalizar el mes de 'solidaridad' concedido por el Ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, para paliar el problema que debe afrontar la Junta castellano-leonesa, presidida por Juan Vicente Herrera, también del PP.

El Gobierno madrileño declaró el pasado mayo que estaba dispuesto a aceptar en su territorio, durante el plazo improrrogable de un mes, hasta 300 toneladas diarias de residuos peligrosos, ante la imposibilidad de la Administración castellano-leonesa de depositarlos en el vertedero de Santovenia de Pisuerga -a cinco kilómetros de Valladolid y el único existente en Castilla y León-.

Esta planta -que recibió el año pasado 91.760 toneladas de residuos industriales procedentes de 966 empresas- fue clausurada temporalmente a finales de mayo por orden del Ayuntamiento de esa localidad, tras una sentencia del Tribunal Supremo que determinó errores en la licencia de funcionamiento. 'Mientras ambientalmente sea viable, no vamos a parar la industria de Castilla y León por este asunto', alegó entonces el consejero Calvo Poch para justificar su disposición a recibir los residuos de esa región.

'La planta de Santovenia de Pisuerga recibe una media diaria de 300 toneladas de residuos', explicaba ayer a este periódico López-Galiacho, director general de Calidad y Evaluación Ambiental de Madrid. Sin embargo, como él ya había previsto, las empresas castellano-leonesas han preferido 'agotar sus posibilidades de almacenaje' antes que enviar sus residuos a San Fernando, ya que 'el traslado de este tipo de residuos es muy costoso', según López-Galiacho.

En efecto, durante el mes de junio sólo han sido trasladadas a Madrid 1.017 toneladas de materiales peligrosos, una cantidad sensiblemente inferior a la que la Comunidad estaba dispuesta a admitir (9.000 toneladas). Sin embargo, es curioso que casi la mitad de ese total -en un 90% derivados del amianto y lodos industriales- haya sido trasladada a San Fernando durante la semana pasada, cuando estaba ya a punto de finalizar el periodo de 'solidaridad' con Castilla y León.

La decisión del Ejecutivo de Ruiz-Gallardón suscitó incluso las críticas de los concejales del PP en San Fernando, quienes, al igual que los del PSOE, apoyaron una moción del equipo de gobierno municipal, de IU, en contra de que el vertedero local asumiera durante un mes los residuos tóxicos que no podían ser depositados en la planta de Valladolid.

No es la primera vez que Madrid se solidariza con Castilla y León en cuestiones de medio ambiente. En febrero de 2001, el Ayuntamiento de Madrid aceptó hacerse cargo, durante un mes y medio, de 300 toneladas diarias de basura doméstica procedente de León. 'No nos podíamos negar; era una cuestión de salud pública, y la Diputación de León nos pidió ese favor porque no encontraba ningún sitio ', explicó entonces el concejal de Medio Ambiente de la capital, Adriano García-Loygorri.