Un misterioso apagón impidió ver en Túnez la final del Mundial
Los tunecinos no pudieron ver el domingo por televisión la final del Mundial 2002 a causa de una avería eléctrica que afectó a gran parte del país. Poco después de que empezase el partido se cortó la luz, que sólo fue restablecida casi dos horas después de que acabase. Fallos de tal magnitud son raros en Túnez.
En un país en el que se produjo, el 11 de abril, el primer atentado de Al Qaeda, el grupo terrorista de Osama Bin Laden, desde el perpetrado en septiembre, en Nueva York, contra las Torres Gemelas, el apagón desató todo tipo de rumores sobre un sabotaje. En la voladura de la sinagoga de Yerba resultaron muertas 19 personas, en su mayoría turistas alemanes. Los rumores se propagaron en Túnez con tanta más facilidad que la compañía eléctrica, Steg, no proporcionó ninguna explicación de lo sucedido hasta ayer.
Jaled Hammu, director de la producción y del transporte eléctrico, hizo finalmente ayer una declaración en la que señaló que una avería se produjo en una de las líneas de transporte de electricidad de alta tensión que abastece a Túnez y sus alrededores e, indirectamente, al centro y norte del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.