La nueva gestión de WorldCom ve indicios de fraude desde 1999
La operadora dejará de cotizar en Wall Street desde este viernes
WorldCom dejó ayer la puerta abierta a nuevas sorpresas contables al anunciar que está revisando los balances desde 1999 tras detectar cambios extraños en cantidades dedicadas a compensar potenciales pérdidas. La telefónica reanudó ayer su cotización con un torrente de ventas hasta llegar a seis céntimos la acción (el valor en Bolsa era sólo de 100 millones de dólares) al tiempo que era informada de que el viernes desaparecerá de Wall Street.
La telefónica presentó ayer la declaración jurada que le exigió la semana pasada la Comisión del Mercado de Valores (SEC) tras presentar una demanda contra WorldCom por fraude. El documento confirma los datos conocidos de que en mayo fue detectada una masiva transferencia de 3.850 millones de dólares del renglón de gastos al de inversiones en el año 2001 y primer trimestre del 2002. El responsable de la idea fue Scott Sullivan, el anterior director gerente, según el documento, donde también se responsabiliza al auditor Andersen de aprobar cuentas tan espectacularmente fallidas.
El comité de auditoría de WorldCom anuncia a la SEC que está escrutando la contabilidad desde 1999 debido a la 'existencia de dudas' sobre importantes movimientos en las reservas destinadas a hacer frente a posibles desajustes financieros. La compañía reconoce en la declaración que aún 'no se ha alcanzado ninguna conclusión sobre estas entradas'.
Sullivan fue despedido la semana pasada. Era el hombre de confianza de Bernard Ebbers -el fundador de la sociedad, no un gran conocedor de los arcanos contables- y cerebro que le ayudó a convertir en WorldCom en la segunda telefónica de Estados Unidos. La investigación del fiasco está centrada en Sullivan, pero se ha extendido a Ebbers y otros para saber qué conocimiento tenían de sus maquinaciones contables. El fundador acudió el domingo a la iglesia en la que semanalmente explica el catecismo e hizo ante los fieles sus primeras manifestaciones públicas desde que estalló el caso. 'No sé lo que va a ocurrir o qué errores se cometieron', dijo con ojos lacrimosos. 'Nadie va a probar que yo cometí fraude conscientemente'. Fue muy aplaudido.
Dureza de la SEC
Eran los únicos aplausos que ha recibido WorldCom. Harvey Pitt, el presidente de la SEC, declaró ayer que una acusación criminal es lo mínimo que se merecen los responsables de lo ocurrido: 'No quiero adelantar juicios, pero de lo que he oído estoy indignado. El público está indignado. Una acusación criminal puede ser poco para los responsables de este desastre'.
WorldCom volvió ayer a cotizar en el Nasdaq tras una semana de paralización. El papel que llegó a alcanzar en 1999 los 62 dólares, quedó congelado el pasado martes en 83 centavos y ayer cayó hasta los seis en una jornada que a última hora de la mañana llevaba camino de ser la de mayor volumen en la historia del Nasdaq, la mitad debido al abandono de las acciones de WorldCom, que el viernes desaparecerán de los índices. La compañía que en junio de 1999 llegó a valer en Bolsa 115.000 millones de dólares, ayer valía 100 millones, lo que supone una depreciación de casi el 100%.
Los acreedores empiezan a mostrar sus dudas sobre el futuro de la compañía. Algunos han manifestado a WorldCom que se han producido fenómenos sólo equiparables a los de una compañía en quiebra. Esta situación puede acelerar la reclamación de débitos por parte de esos acreedores y desencadenar una suspensión de pagos mucho antes de lo esperado.
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