La esperanza y los atentados suicidas

A pesar de lo desesperados que estén los palestinos, los asesinos suicidas no son expresiones individuales de esa desesperanza. Sus ataques están bien planificados por grupos organizados que tienen objetivos políticos claros. El de Hamás (...) no es, sin más, acabar con la ocupación israelí de Gaza y Cisjordania. (...) Lejos de disminuir sus atentados cuando empieza a brillar la 'esperanza', (...) Hamás tiene la costumbre de intensificar su violencia para provocar una reacción israelí (...) e imposibilitar el compromiso. Hamás mató a unos 30 israelíes (...) en vísperas de la cumbre de Beirut, en la que los Estados árabes planeaban respaldar el plan de Arabia Saudí para ofrecer a Israel la paz a cambio de que se retirara a las fronteras anteriores a la guerra de 1967.

De forma similar, el atentado de esta semana puede haberse coordinado para minar el plan de paz de EE UU. (...) La idea de Bush es rediseñar como Estado provisional los enclaves de Gaza y Cisjordania. (...) Israel y los palestinos podrían entonces negociar sus fronteras definitivas en condiciones algo más igualitarias. (...) Cabría establecer un calendario para avanzar hacia un acuerdo definitivo, pero dependería de que los palestinos (...) hicieran un esfuerzo de buena fe para detener los atentados. Esto último es lo crucial. Es posible imaginar la coexistencia de Israel y una Palestina independiente aunque sus Gobiernos se consideren no democráticos o corruptos. Pero no es posible hacerlo si la futura Palestina sigue siendo una base desde la que Hamás continúa lanzando su guerra de erradicación contra Israel.

Londres, 20 de junio