Una exposición repasa parte del mejor arte contemporáneo con obras de los aeropuertos
AENA presenta en San Sebastián una treintena de pinturas y esculturas de su colección
Los aeropuertos españoles tienen algo de museo. En sus exteriores se alzan esculturas de artistas de renombre y sus salas de protocolo albergan obras de creadores universales que pasan desapercibidas para los pasajeros. El ente público AENA, gestor de los aeródromos, y la sala Kubo de Kutxa se han propuesto dar mayor relevancia a estas piezas con la exposición AENA, Colección de Arte Contemporáneo. La muestra, que se inaugura hoy en San Sebastián, reúne en un único espacio una treintena de obras de autores clave en el arte español y latinoamericano contemporáneo como Tàpies, Botero, Barceló o Cristina Iglesias, hasta ahora dispersas por las distintas instalaciones aeorportuarias.
La exposición, abierta al público hasta el 1 de septiembre en la sala de exposiciones del Kursaal donostiarra, representa una mínima parte de la extensa colección propiedad de AENA. En su catálogo figuran 1.500 obras de arte, de las que aproximadamente 600 son de artistas de primera fila, señaló ayer la directora gerente de la Fundación AENA, Sofía Urroz.
En San Sebastián sólo podrán verse 22 pinturas y ocho esculturas, todas ellas de autores españoles y latinoamericanos, salvo el suizo Ben Jakober, que representan, en palabras de la comisaria de la muestra, Ángeles Imaña, 'todas las vertientes de una colección' creada por un grupo de arquitectos e ingenieros 'para decorar y dar la bienvenida a los viajeros en las instalaciones aeroportuarias'. 'Hemos intentado mostrar piezas que por su ubicación en salas de protocolo no son fáciles de contemplar para el pasajero', resumió.
Muchas de estas obras se encuentran en los exteriores de las terminales y por sus dimensiones no pueden itinerar por las exposiciones. Por eso, en su lugar se exhiben maquetas a escala de estas creaciones. En el vestíbulo de la sala Kubo se concentran algunas de las reproducciones de estas esculturas, entre ellas, la maqueta de la obra realizada por Pello Irazu para el nuevo aeropuerto de Bilbao -una de las últimas adquisiciones de AENA-; la de Ánfora, escultura de acero de 15 metros de Jakober ubicada en aeródromo de Palma de Mallorca; una pieza que Palazuelo instaló en Barajas y una réplica de la escultura ideada por Agustín Ibarrola para conmemorar el 150 aniversario de la creación del Ministerio de Fomento. 'El artista quiso simbolizar la lucha del hombre contra la naturaleza', dijo Urroz.
Las reproducciones se alzan en un espacio en el que se encuentra la pintura más figurativa de toda la exposición: un cuadro de Úrculo que muestra a varios hombres viendo despegar un avión, aunando así el arte con la aeronáutica.
Es la primera parada de una propuesta expositiva que lleva después al visitante hacia una sala de pequeño formato. Allí se exhiben obras -pinturas y esculturas de pequeño y mediano formato- en torno al informalismo español: Bañera, de Antoni Tàpies; La presa IV, de Fernando Zóbel; Aeróvoro, de Martín Chirino o Ventana abierta entrando veladuras de nubes, de Mompó. La mayoría de los creadores están representados en esta muestra a través de una única obra, salvo Tàpies, Canogar y Palazuelo, que exhiben dos piezas cada uno.
Precisamente, la dimensión de la sala Kubo ha permitido que ésta sea una exposición a su medida y ha hecho posible la exhibición de obras y murales de gran tamaño, entre ellos, la escultura Lauda I, de Palazuelo y El rapto de Europa, realizada en bronce patinado por Fernando Botero, que se alza imponente en el centro del espacio expositivo.
Esta sala de grandes formatos tiene un primer espacio en el que muestra murales de José María Sicilia, Miquel Barceló, José Manuel Broto y Cristina Iglesias. Pero también presenta un núcleo central que condensa el arte de José Guinovart, Juan Barjola, Juan Genovés, Joan Ponc y el propio Botero. 'Estas últimas son obras realizadas por encargo en 1982', señaló Imaña, 'con motivo de las remodelaciones que precedieron al Mundial de Fútbol'. Se exhiben junto a otro espacio en el que AENA muestra algunas de las últimas adquisiciones de su colección: murales de Roberto Matta, Luis Gordillo y Soledad Sevilla.
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