Un tribunal islámico nigeriano condena a un hombre adúltero a morir lapidado

Un tribunal islámico nigeriano ha condenado por primera vez a muerte por lapidación a un hombre declarado culpable de adulterio, según indicaron ayer fuentes judiciales en Kano, en el norte de Nigeria. El acusado, Yunusa Rafin Chiyawa, compareció ante el tribunal islámico del Estado de Bauchi después de haber huido con la mujer embarazada de su vecino y haber vivido con ella durante dos semanas. Para que un hombre sea condenado por adulterio bajo la ley islámica, es necesario hallar testigos del acto sexual, mientras que para que se condene a una mujer, basta con que esté embarazada.

La joven amante del condenado, Aisha Haruna, de 25 años y embarazada de cuatro meses en el momento de los hechos, fue declarada inocente después de que jurara sobre el Corán que había abandonado su pueblo tras haber sido hipnotizada.

Yunusa Rafin Chiyawa, de 35 años, no quiso negar los hechos. A pesar de que la reciente aplicación estricta de la ley islámica en varios Estados del norte de Nigeria ha sido declarada inconstitucional por el Gobierno federal del país, dos mujeres ya han sido condenadas a muerte por lapidación por adulterio. Una de ellas ha sido absuelta después de apelar a la condena. La segunda fue puesta en libertad a la espera del juicio definitivo.