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El discurso alternativo

Paul Nicholson y Éric Toussaint arremeten contra la política de la UE

El movimiento antiglobalización se distingue de activismos que le precedieron por su carácter universal, arropado por Internet y las nuevas tecnologías de la información, y por la ausencia de líderes. Ese carácter asambleario es una de las señas de identidad de las que más se vanaglorian sus simpatizantes. A pesar de que no hay líderes, sí hay referentes ideológicos para el movimiento como Noam Chomsky, Bernard Cassen, José Bové o los españoles Ignacio Ramonet y el economista José Luis Sampedro.

Ninguno de ellos ha participado en la cumbre alternativa celebrada en Sevilla, a la que sí han asistido, sin embargo, otras figuras que también despuntan dentro del movimiento como el dirigente agrario de Vía Campesina, Paul Nicholson, o el presidente del comité por la anulación de la deuda externa en el Tercer Mundo, Éric Toussaint.

Precisamente Nicholson recordó en Sevilla el reciente encarcelamiento del líder campesino francés, José Bové, que atribuyó al planteamiento liberal que no permite que las opiniones ciudadanas interfieran sobre las políticas. Nicholson, que participó el sábado en las actividades del eje de ecología y agroecología del Foro Social de Sevilla, es un dirigente de Vía Campesina y la organización COAG, pero se popularizó después de permanecer encerrado 23 días en el palacio de La Mukata junto al presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, y otros 39 activistas.

Paul Nicholson, de 55 años, hijo de madre vasca en el exilio y de padre inglés, defiende la identidad de los pueblos en un mundo globalizado. 'El 70% de los hambrientos del mundo procede del medio rural. Y eso se debe a que el modelo neoliberal ataca los derechos de los ciudadanos y no permite que participe en la toma de decisiones políticas agrarias o alimentarias. Por eso, desde Vía Campesina propugnamos que hay que alcanzar la soberanía alimentaria como derecho ciudadano', sostenía el sábado.

'Lo que no puede consentirse es que sea la Organización Mundial del Comercio la que determine lo que comemos y la calidad de lo que consumimos', aseguró durante su participación en el eje de ecología.

Éric Toussaint, que participa en el comité organizador del Foro Social Mundial de Porto Alegre, intervino el pasado viernes en el eje sobre la deuda externa y la UE. El presidente del comité por la anulación de la deuda externa en el tercer mundo criticó muy duramente la hipocresía de los gobiernos europeos 'que hacen discursos sobre la generosidad de sus políticas económicas' mientras que en la práctica siguen expoliando a los países del tercer mundo 'a través de la privatización de sus recursos naturales, que son entregados a grandes consorcios transnacionales'.

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Además de exigir 'la abolición total de la deuda externa', Toussaint abogó por aplicar un 'tipo de tasa Tobin' sobre la transferencias de divisas en el mercado europeo sin tener que depender de potencias económicas como EE UU o Japón, 'lo que permitiría reunir 30.000 millones de dólares anuales que destinar a fondos de desarrollo, que tendrían que ser controlados por los movimientos ciudadanos y los parlamentos según la experiencia de Porto Alegre sobre los presupuestos participativos'.

Toussaint exigió la creación de medidas legales y penales internacionales para combatir a aquellos líderes del primer y del tercer mundo que, en connivencia, desvían fondos a cuentas ocultas, por lo que pidió también que se luche contra los paraísos fiscales que se reparten por el mundo, como 'Luxemburgo, Andorra o el Principado de Mónaco'.

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