Dos bombas en Santander y Málaga elevan a cinco los atentados en dos dias

ETA volvió a hacer acto de presencia ayer, por segundo día consecutivo, en la cumbre europea de Sevilla con la comisión de dos nuevos atentados. Los terroristas hicieron estallar a las 13.05 un paquete cargado con dos kilos de explosivo junto a la valla del aparcamiento de un hotel de Mijas (Málaga) y, apenas dos horas después, a las 14.45, explotaba en Santander un coche bomba cebado con 30 kilos de cloratita y dinamita. Con estos dos atentados y los tres perpetrados el viernes en Fuengirola, Marbella y Zaragoza, en los que en total han resultado heridas 12 personas (ETA avisó en todos los casos dónde y cuándo explotarían las bombas) la banda ha marcado la cumbre de Sevilla desde el acto de apertura hasta la rueda de prensa final y ha sembrado el temor en el sector turístico.

La banda coloca un artefacto en Mijas y otro coche bomba en el centro de Santander

Chirac: 'Los terroristas causan vergüenza tanto en su país como en toda nuestra región'

El estallido de la bomba de Mijas fue anunciado sobre las 12.15 por un comunicante anónimo con la voz distorsionada que llamó a la asociación DYA de Guipúzcoa. El terrorista advirtió de que un artefacto colocado en el kilómetro 4 de la carretera de Fuengirola a Mijas, entre los hoteles Tamisa Golf y Mijas Golf, estallaría a las 13.00. La policía desalojó el hotel Tamisa Golf, que apenas tenía ocupadas nueve de sus 24 habitaciones, y como medida de precaución ordenó también la evacuación de otros dos establecimientos cercanos, el Mijas Golf y el Hotel Byblos, más de 300 personas en total entre clientes y trabajadores.

La bomba, metida en una bolsa de deportes, estalló cinco minutos más tarde de la hora señalada tras la valla exterior del aparcamiento del hotel Tamisa, ubicado en la carretera comarcal que une las localidades de Fuengirola y Coín. La detonación rompió un murete de cemento de 20 centímetros de alto sobre el que reposa la valla, desperfectos en tres coches estacionados y la caída del falso techo de la marquesina de entrada al edificio.

El atentado quedó en un susto, como reconoció el alcalde de Mijas, el socialista Agustín Moreno, quien calificó la acción terrorista de 'descabellada y sin sentido'. A la misma hora en que estallaba el artefacto, unas 100 personas se concentraba ante el Ayuntamiento de Marbella, para protestar por los dos atentados con coche bomba del viernes.

La bomba de Mijas no había estallado aún cuando la DYA de San Sebastián recibía su quinto aviso de atentado en dos días. De nuevo un varón alertaba a las 14.10 de que un Renault Clio blanco con matrículas falsas de Santander iba a hacer explosión a las 14.50 en la calle de Vargas, una céntrica zona de la capital cántabra repleta de bares en los que cientos de ciudadanos tomaban a esa hora el aperitivo. El vehículo estaba estacionado en zona prohibida frente al número 51 de dicha calle, donde se levanta el edificio que alberga diferentes dependencias de la Administración del Estado y la Consejería de Educación del Gobierno cántabro.

La zona fue rápidamente acordonada y desalojada. La bomba estalló a las 14.45, cinco minutos antes de la hora anunciada. Un policía y dos transeúntes resultaron heridos leves como consecuencia del estallido, que causó importantes daños materiales en los edificios de las proximidades y en una decena de vehículos aparcados. El coche, robado en Basauri (Vizcaya) el jueves, estaba cargado con 30 kilos de cloratita reforzada para acelerar la ignición con dinamita.

La oleada de atentados provocó que el presidente del Gobierno, José María Aznar, rompiera ayer el silencio que mantuvo durante la primera jornada del Consejo Europeo de Sevilla y condenase los ataques de ETA que, dijo, ha atentado 'contra una Europa en la que no tiene cabida'.

'Como sabemos, los terroristas han querido crear un clima de amenaza y un paisaje de destrucción. Atentan contra una Europa en la que no tienen cabida, que les rechaza y que está dispuesta a combatirles con toda la firmeza y determinación', dijo Aznar durante la conferencia de prensa que cerró la cumbre. 'Seguiremos combatiendo el terrorismo con toda la determinación. No habrá vacilación. Los responsables serán detenidos, espero que pronto, y ellos lo saben', añadió.

Por su parte, el ministro Portavoz, Pío Cabanillas, relativizó la importancia de los últimos atentados. 'No hay que sobrevalorar lo que significa la capacidad de colocar artefactos en distintos sitios', dijo. 'ETA escenifica una presencia que, a mi modo de ver, es en muchos sentidos una muestra de debilidad. No hay más que recordar la lista de éxitos recientes de las fuerzas de seguridad'. Según Cabanillas, 'no se debe olvidar que son acciones relativamente fáciles de realizar y que delatan una actuación a la desesperada'. El ministro aseguró que los atentados no habían perturbado la cumbre.

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, por su parte, condenó en Bilbao la cadena de atentados que calificó de 'actos de intimidación y abuso contra toda la sociedad española y vasca'. Para Balza, aunque ETA pretendiera hacer un 'alarde de fuerza' ante los 'Estados Europeos' lo único que está logrando es que 'los Estados tomen conciencia de que hay que acabar con esta organización terrorista'.

Como si le hubiera oído, el primer ministro británico, Tony Blair (uno de cuyos conciudadanos resultó herido muy grave en el atentado de Fuengirola), expresó su solidaridad con el Gobierno y el pueblo español frente a los atentados, en la rueda de prensa que celebró al final del Consejo. El presidente francés, Jacques Chirac, declaró: 'Quisiera una vez más expresar la vergüenza que los terroristas causan tanto en su país como en toda nuestra región, y en la propia naturaleza humana, así como condenar sin reservas estos actos que son tan mortíferos como irresponsables'.

los Quince acordaron ayer en Sevilla incluir cláusulas antiterroristas en los acuerdos de la UE con terceros países y valorar el comportamiento de éstos en esta materia como un elemento a tener en cuenta a la hora de decidir la ayuda que les corresponde. También consensuaron que las misiones militares europeas de tipo antiterrorista, como la de Afganistán, reciban recursos en el contexto de la política común de defensa.