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Anarquistas, policías y estudiantes coinciden con sus protestas pacíficas en las calles de Sevilla

Los controles de seguridad afectaron de nuevo al tráfico de entrada a la capital andaluza

La parte oficial de la cumbre del Consejo Europeo ha llenado Sevilla de altísimas vallas y de millares de agentes de policía. Pero, para el sevillano de a pie, ajeno a los debates de alta política, la cumbre y sus contrarios han llenado las calles de color y una variedad cuando menos infrecuente en la capital. Ayer coincidieron en Sevilla las reivindicaciones de sindicatos anarquistas, policía, estudiantes, y otros colectivos ciudadanos. El civismo y la tranquilidad dominaron las convocatorias, aunque cabe destacar las quejas de la CNT contra la policía, a la que acusa de 'reventar' su concentración.

La jornada de protesta ciudadana de la convocatoria de huelga del 20 de junio fue un ejemplo de buen hacer y de comportamiento cívico. La cumbre del Consejo Europeo ha estado rodeada de mensajes alarmistas desde hace varios meses. Así desde el Gobierno, algunos partidos y diversos medios se le ofreció al sevillano la impresión de que la cumbre -y especialmente los actos críticos que se celebran paralelamente- se traducirían en descontrol y violencia. Sus protagonistas, entre los que se encuentran desde militantes anarquistas a universitarios o sindicalistas del Cuerpo Nacional de Policía han demostrado lo contrario.

Así, el único incidente de relevancia en relación con las diferentes convocatorias de protesta convocadas ayer en Sevilla fue el de la concentración de CNT en la Plaza del Pumarejo. Desde la central anarquista se aseguraba ayer que la policía se había excedido en sus medidas de vigilancia sobre la citada plaza y que habían amedrentado a sus simpatizantes con continuas identificaciones, no siempre, según la CNT, efectuadas con la ortodoxia exigida por las leyes.

Por otro lado, los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía protagonizaron ayer una marcha de protesta entre la Plaza del Duque y la sede de la Delegación del Gobierno en la Plaza de España. Alrededor de un millar de personas -entre las que había también un grupo de mujeres de guardias civiles- marcharon por las calles de Sevilla en protesta por las 'promesas incumplidas del Partido Popular', en referencia al número de plazas de policía, la equiparación de sus salarios con los de algunos cuerpos autónomicos y sus críticas al plan Policía 2000.

Por otro lado, alrededor de un millar de estudiantes europeos, según el Sindicato de Estudiantes, y unos 300 según la policía, se manifestaron ayer tarde para reivindicar una enseñanza pública de calidad 'que no se entregue a la empresa privada'. Los estudiantes, que retrasaron el inicio de la marcha para sumar más efectivos, corearon las mismas consignas que marcaron las protestas que este otoño se celebraron en Sevilla en rechazo a la Ley Orgánica de Universidades (LOU). La marcha, partió de los Jardines del Valle y culminó en la Alameda de Hércules. 'Tocamos a 70 policías por persona', explicaba Antonio García, uno de los portavoces de los estudiantes.

Por último, cerca de un millar de personas recorrieron ayer a pie los barrios periféricos de Sevilla en una marcha contra la exclusión. La organización asegura que se prohibió la entrada al campus de la Universidad Pablo de Olavide a un centenar de ellos, a donde acudían para solidarizarse con los inmigrantes que permanecen encerrados allí desde la pasada semana.

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En otro orden cosas, todas las vías de acceso a Sevilla sufrieron ayer por la mañana retenciones de vehículos de entre ocho y diez kilómetros, según informó la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, en la autopista que une Sevilla y Huelva, las retenciones llegaron a los 20 kilómetros. La mayor incidencia en los accesos a Sevilla, causados por los controles de seguridad implantados por la cumbre de la Unión Europea, se produjeron por la zona del Aljarafe.

Una imagen de la marcha de protesta de los sindicatos de policía.
Una imagen de la marcha de protesta de los sindicatos de policía.ALEJANDRO RUESGA

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