Huelga de jueces italianos contra la reforma del sistema judicial

Superado, a medias, el conflicto con los sindicatos sobre la reforma del mercado de trabajo, al Gobierno italiano se le abre un nuevo frente de batalla: el de la justicia. Centenares de jueces se sumarán hoy en todo el país a la huelga convocada por la Asociación Nacional de Magistrados, en protesta por la reforma de la justicia que se dispone a llevar adelante el Ejecutivo.

El aspecto más polémico de la nueva ley, que será debatida en breve en el Parlamento, es el que contempla la separación de las carreras de juez y fiscal, -que no podrán ser asumidas indistintamente por una misma persona, al menos en el mismo distrito judicial-, y la supresión de la obligatoriedad de la acción penal. Cambios que, un amplio sector de la magistratura ve como un intento de sometimiento de las fiscalías al control del Ministerio de Justicia, es decir del Gobierno.

En vísperas de una huelga que revela las fuertes tensiones entre el Gobierno y una élite de peso como la que se encarga de administrar justicia, el primer ministro, Silvio Berlusconi, calificó la huelga de 'afrenta', en declaraciones al ultraderechista diario Libero. En su durísima intervención, -que su portavoz, Paolo Bonaiuti, se encargó después de matizar, dando a entender que debe ser interpretada como un 'desfogue'-, Berlusconi, reiteró la intención del Gobierno de llevar adelante la reforma. Según Il Cavaliere la huelga no sólo es una 'afrenta' al Ejecutivo, sino un colosal 'error diplomático'. 'El diálogo se ha interrumpido por culpa de la Asociación Nacional de Magistrados. Yo sigo adelante'.

Críticas a Berlusconi

Entre los jueces y fiscales que se han adherido al paro figuran los más destacados miembros del llamado pool de Milán, el que destapó el escándalo de tangentópoli, el escándalo de corrupción política y económica que se llevó por delante a la mitad de la clase política italiana en los años noventa. El fiscal general de Milán,Gerardo D'Ambrosio criticó las declaraciones de Berlusconi como un intento de intimidación que no surtirá efecto, 'como no surtió efecto la intimidación terrorista', dijo D'Ambrosio. Los partidos de oposición se sumaron a la condena del Cavaliere e hicieron causa común con los magistrados.

Las tensiones entre Berlusconi y los administradores de la justicia no son nuevas. Acosado por decenas de procesos penales (uno de ellos, el llamado juicio SME se desarrolla en estos momentos en Milán), el hoy primer ministro italiano, no se ha recatado nunca a la hora de criticar a la magistratura, denunciando presuntas connivencias con 'los comunistas'. Durante la pasada campaña electoral, que culminó con su triunfo arrollador en mayo de 2001, Il Cavaliere se declaró víctima de una conspiración de los jueces para hundir sus expectativas políticas y anunció que cambiaría la justicia de raíz, caso de ser elegido.