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El Sáhara da al traste con la cumbre del Magreb

El interminable conflicto del Sáhara Occidental ha dado al traste con la que iba a ser, el viernes y sábado próximos en Argel, la séptima cumbre de los cinco líderes del Magreb. Un escueto comunicado difundido el lunes por la noche por la presidencia argelina de la Unión del Magreb Árabe (UMA) anunció el aplazamiento sine die de la reunión.

El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, hizo este anuncio poco después de mantener una conversación telefónica con el coronel Muamar el Gaddafi, quien le pidió que se postergase la cumbre por motivos no especificados.

El contencioso de la antigua colonia española ha provocado la cancelación de la reunión de una organización nacida hace 13 años en Marraquech con el propósito de impulsar una zona de libre comercio entre los cinco países magrebíes, una moneda única y hasta una política exterior común siguiendo el modelo de la UE. Desde que, en 1994, Marruecos cerró su frontera con Argelia, tras el atentado de Marraquech que costó la vida a dos españoles, la UMA está paralizada.

El ministro argelino de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Belkadem, entregó en mayo al rey Mohamed VI una invitación para asistir a la cumbre y salió de la audiencia convencido de que contaría con su presencia. 'Durante mi visita a Marruecos, el soberano alauí me aseguró que vendría a Argel', declaró Belkadem a su regreso. Su colega marroquí, Mohamed Benaissa, dejó caer que así sería en una entrevista con el diario As Shark el Ausat.

El primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi, rectificó a Benaissa el pasado fin de semana en Túnez. El rey, dijo, no irá a Argel a causa de la 'actitud sorprendente, adoptada estas últimas semanas, por nuestros vecinos [los argelinos] sobre la cuestión del Sáhara'. Precisó, no obstante, que Marruecos sí estaría representado.

Deseoso de presentarse como el muñidor de las reconciliaciones árabes, Gaddafi se movilizó, nada más oír los rumores sobre la defección del rey, para ofrecer a Marruecos y al Frente Polisario que acepten una mediación de Libia para negociar directamente. Ambos la rechazaron.

Gaddafi empezó entonces a poner pegas para acudir a la cita de Argel. Ben Alí, el presidente tunecino, se desplazó el lunes a Trípoli para convencerle de que participase en la cumbre, pero éste alegó entonces que no podía coincidir con el presidente de Mauritania, un país árabe que ha establecido relaciones diplomáticas con Israel.

La integración del Magreb, explicó ayer Benaissa en Rabat a la agencia France Presse, no podrá avanzar mientras subsistan 'problemas de fondo'. 'No se puede dejar de lado el problema (...) que afecta a la integridad territorial' de Marruecos, es decir, el Sáhara.

[El Frente Polisario empezó el semestre de la presidencia española de la UE anunciando la liberación de 115 presos marroquíes y ayer aseguró que pondrá en libertad a otros 100 a petición, esta vez, de Alemania. Rabat asegura que 1.362 marroquíes permanecen en manos del Polisario].

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