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Columna
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Lo más triste

Sevilla se prepara para vivir tres días intensos. Desde que se conoció la decisión de celebrar la cumbre de cierre de la presidencia española de la UE en Sevilla, todo han sido emociones fuertes. Primero, tras el anuncio de la celebración de la cumbre, el de la llegada de los antiglobalización; luego la convocatoria de la huelga general y, por si eso fuera poco, el encierro de 400 inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide.

Padecemos, o disfrutamos, según como se mire y cual sea el lugar desde el que se sitúa la contemplación de los acontecimientos, acumulación de emociones fuertes. Por cierto, no es menos fuerte la decisión del TSJA de rechazar el recurso del Foro Social contra la decisión de la Delegacion del gobierno de no consentir que la manifestación transcurra por donde el Foro lo solicitó. Aquí, desde que el gobierno empezó a ponerse nervioso con la acumulación de hechos que no le son favorables, todo parece desmedido.

Los sevillanos, en todo caso, soportan atascos, pasan entre vallas, alambradas y metralletas en los controles de los accesos a la ciudad, y esperan que pasen pronto tres días que se han dramatizado en exceso.

No los ha dramatizado la gente, los ha dramatizado el Gobierno, tratando de presentar a los antiglobalización más como violentos que como manifestantes contra el mundo injusto y desigual sobre el que ellos quieren llamar la atención y exigir cambios y anunciando los males que , según asegura, puede traer consigo una huelga general, contra España dice Aznar, intentando desviar la atención hacia la causa, que no es otra que su reforma-recorte de prestaciones por desempleo. Nada más, por más que el Gobierno dramatice.

Y Como guinda de ese pastel , el encierro de inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide. Un encierro inquietante, de difícil solución .En medio de todo el ruido de estos días de emociones fuertes, lo más triste puede ser la salida de ese lugar en el que más allá de la acogida, nadie puede ofrecer nada más...

Y si Aznar y Blair se salen con la suya, pero aun para todos los encerrados...

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