La oferta universitaria del nuevo curso
Las universidades ofrecen 12.000 plazas más que el número de alumnos de selectividad
Las universidades públicas valencianas ofertan 28.000 plazas de nuevo acceso para el próximo curso académico, según el acuerdo adoptado por el recién constituido Consejo de Coordinación Universitaria estatal, que sustituye, en el marco de la LOU (Ley Orgánica de Universidades), al anterior Consejo de Universidades. En toda España, el sistema público univesitario dispondrá de algo más de 278.000 plazas para los nuevos alumnos que se incorporen al campus en el curso 2002-2003 o, dicho de otra manera, los que superen las pruebas de selectividad que se celebran este mes. Lo más llamativo de esta cifra es la diferencia existente con el número de candidatos (procedentes del COU y del Bachillerato LOGSE) a entrar en la universidad registrados el presente curso: poco más 16.000, es decir 12.000 menos que las plazas de educación superior a su alcance. Esa diferencia difícilmente puede cubrirse con los aspirantes de Formación Profesional, del cupo de mayores de 25 años, o los procedentes de otras comunidades, que pueden optar a la cuota del llamado distrito abierto. La mitad de las plazas disponibles para optar a las enseñanzas de primer ciclo que se imparten en las universidades públicas valencianas, se reserva para el distrito abierto, de manera que pueden optar a ellas estudiantes de cualquier otra comunidad. El año pasado, el 20% de las plazas que se reservaban a tal efecto no llegaron a cubrirse.
El número de plazas de nuevo acceso para el próximo curso en la Comunidad Valenciana es, además, muy similar al de los dos precedentes, a pesar de la tendencia general al envejecimiento de la población. Lo mismo sucede a escala estatal. En este contexto, para los alumnos que hayan superado la prueba de acceso, se abre hoy mismo el plazo de preinscripción para optar a alguna de esas plazas. según la orden de la Consejería de Cultura y Educación publicada el 5 de junio en el DOGV, y se prolongará hasta el 5 de julio en convocatoria ordinaria. Habrá una convocatoria extraordinaria en septiembre, con las plazas que queden vacantes tras la adjudicación de la primera fase.
Por otro lado, y según datos cruzados por el Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, el 56,25% de los jóvenes valencianos que tendrán 18 años a 31 de diciembre del presente año dispondría de plaza en la universidad (eso, sin contar la oferta privada ni la de la UNED). Esta proporción es muy similar, según el mismo cálculo, a la media estatal. En otras comunidades, la relación se dispara a favor de la oferta.
De cara al curso académico 2002-2003, la Universidad de Valencia dispone de 10.592 plazas para los nuevos aspirantes a la educación superior (4.896 presentados a la selectividad), ocupando en este sentido el quinto puesto en un hipotético ranking nacional, detrás de la voluminosa Complutense de Madrid (con nada menos que 17.679 plazas), la de Sevilla, la Autónoma de Barcelona y la de Granada, y por delante de la Universidad del País Vasco. El resto de las universidades españolas se hallan por debajo de las 10.00 vacantes ofertadas. La Politécnica de Valencia cuenta con 6.136 plazas de nuevo acceso (con 4.382 en selectividad), una cifra próxima a la de las otras politécnicas españolas. Le sigue la de Alicante, con 6.044 (2.829 en las pruebas de acceso); la Jaume I de Castellón con 2.785 (1.825 en selectividad), y la Miguel Hernández, con 2.400 (2.457 en selectividad), según datos desagregados por Robótica a partir de la información global facilitada por el Consejo de Coordinación Universitaria. Todas las universidades reservan la mitad de la oferta para el distrito abierto, a excepción de la Miguel Hernández de Elche, que incluye en ese apartado el cien por cien de algunas enseñanzas, como las licenciaturas de Derecho, Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Ciencias Políticas; las ingenierías Industrial y de Telecomunicaciones; las diplomaturas de Relaciones Laborales y Estadística, además de las ingenierías técnicas de Telecomunicaciones (especialidades de sistemas electrónicos y de sistemas de telecomunicación), Industrial Mecánica, Informática de Gestión y Agrícola (especialidades de Explotaciones Agropecuarias, Hortofruticultura y Agrarias y Alimentarias).
Algunas carreras llevan pegada la etiqueta SL, es decir, sin límite de oferta (aunque para el cómputo general, el Consejo de Coordinación les ha asignado una media virtual de 75 plazas), lo que en teoría supone que todo el que lo desee puede acceder a las mismas. En esta circunstancias se encuentran cinco filologías en la Universidad de Valencia; la diplomatura en Gestión y Administración Pública en la Politécnica; todas las filologías en Alicante, además de las licenciaturas en Geografía, Historia, Humanidades y la diplomatura en Relaciones Laborales y, por último, Ingeniero Agrónomo en la Miguel Hernández.
Las carreras con mayor número de plazas en oferta se encuadran en el área de sociales, siguiendo la tónica del resto del Estado. En el conjunto del sistema público universitario valenciano, la diplomatura de Maestro ocupa el primer lugar, ya que en sus diversas especialidades dispone de algo más de 2.000 plazas. Le sigue otra diplomatura, la de Ciencias Empresariales, ADE y Derecho. Por debajo de las mil plazas figuran -por este orden- Turismo, Relaciones Laborales, Informática de Gestión, Enfermería, Arquitecto Técnico y Economía, ésta última con 560 plazas.
Las cifras reflejan machaconamente un hecho no tan nuevo: prosigue el desfase entre la oferta y la demanda universitaria. El número de alumnos que se presentan a las pruebas de selectividad ha pasado de los cerca de 18.600 que lo hicieron en junio de 1999 a los 16.400 de la última convocatoria, mientras que la oferta de educación superior de carácter público se mantiene casi intacta y, al mismo tiempo, la oferta privada ha ido a más. 'Es una historia anunciada', subraya el director del Instituto de Robótica, Gregorio Martín, autor de varios informes cuantitativos y cualitativos sobre este tema. 'Mientras la caída demográfica ha seguido su camino, las universidades públicas apenas han reestructurado su oferta, a la vez que las privadas continúan intentando captar clientes en carreras donde las públicas exigen notas altas para entrar'. Se trata de un fenómeno nacional, en el que aparecen, además, factores nuevos, como la promoción de los ciclos formativos superiores, que no necesitan prueba de acceso y resultan atractivos desde el punto de vista de la inserción laboral. Por otro lado, añade Martín, 'no ha habido una política de atracción hacia la Comunidad Valenciana', lo que mitigaría el exceso de oferta en el caso de que un mayor número de alumnos de comunidades vecinas se animaran a venir a estudiar a las universidades valencianas.
La reserva de distrito abierto no se aplicará en la convocatoria extraordinaria. Además de las 28.000 plazas para alumnos de nuevo acceso, las universidades valencianas disponen de otras 3.800 de segundo ciclo, que quedan también fuera del distrito abierto.
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