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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La poesía o la vida

Hay personas en las que confluyen cualidades y circunstancias vitales que las convierten en luminosos crisoles del Zeitgeist, capaces de recoger ideas fundacionales y dar con su obra impulsos decisivos para una nueva concepción del mundo. Hugo von Hofmannsthal (1874- 1929), el dramaturgo y poeta vienés, fue una de ellas. Tan excepcional como su talento fue su precoz creatividad: a los 18 años se había ganado con sus poemas la admiración de Arthur Schnitzler, Hermann Bahr, Stefan George. Aventajado por su inteligencia y excelente formación -leía a contemporáneos y antiguos en siete idiomas-, poseía ya, a esa edad, una comprensión de las cosas humanas y del mundo que merece el nombre de sabiduría. Bahr le suponía un hombre experimentado de 40 o 50 años, antes de conocer al estudiante de bachillerato que, bajo el seudónimo Loris Melikow, publicaba sagaces críticas literarias y poemas como El secreto del mundo: 'El pozo profundo bien lo sabe, / Antaño todos fueron profundos y mudos, / Y todos lo sabían. // Como mágicas palabras, en repetidos balbuceos, / Y en el fondo incomprendido. / Así va ahora de boca en boca. (...) ¡Cómo otorga el amor profundo saber! / En sus besos se advierten con detalle / Cosas oscuramente presagiadas. // Está en nuestras palabras, / Así el pie del mendigo pisa guijarros, / Que guardan piedras preciosas. // El pozo profundo bien lo sabe, / Pero antaño todos lo sabían, / Y ahora un sueño convulso gira en torno a él'.

POESÍA LÍRICA, SEGUIDA DE 'CARTA DE LORD CHANDOS'

Hugo von Hofmannsthal Epílogo de Hermann Broch Traducción de Olivier Jiménez López Igitur. Tarragona, 2002 228 páginas. 17,56 euros

El esteticismo de fin de siècle, que siempre se asocia con el nombre de Hofmannsthal, sin embargo fue sólo un punto de partida -por lo demás, inevitable, para un joven poeta de la generación de la décadence- en su camino hacia el escepticismo estético. Su dominio mágico de la palabra no le engañó sobre su implicación social, ni sobre el insalvable abismo entre vida y poesía. En 1902 acepta las consecuencias de sus dudas sobre las posibilidades del lenguaje con una serie de ensayos en forma de carta, cuyo texto más famoso es la Carta de Lord Chandos. Ahí el remitente renuncia a la escritura: ya no servían 'las palabras razonables para explicar en qué consistía esa armonía que me entretejía a mí y a todo el mundo', y esa misma actitud toma su autor, quien a partir de entonces se abstiene de la poesía y se dedica al género dramático -su renuncia le dolió toda la vida-. Que su decisión no fue un acto de impotencia, sino de responsabilidad, lo explica el ensayo de Hermann Broch que, a modo de epílogo, completa el libro.

El acierto de Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria ha sido reunir en una edición bilingüe por primera vez la poesía de Hofmannsthal -seleccionando con tino los poemas más relevantes- y acompañarla de la Carta de Lord Chandos. Así, en un mismo volumen, se ejemplifica la crisis del lenguaje y qué la precedió. Incluso en una versión tan llana como la presente es imposible rehuir la emocionante hermosura de los versos del poeta austriaco, ni sus argumentos a favor del silencio. Aunque sí podría haberse contextualizado su obra poética en el prólogo, que se limita a exponer con erudición la relevancia de la Carta.

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