La médico que soñó con gobernar en Kabul

Masuda Jalal aprovechó como nadie los diez minutos de su intervención ante la Gran Asamblea. Con voz firme, y hablando a toda velocidad, la candidata a la presidencia de Afganistán presentó su plan de gobierno como si realmente tuviera una oportunidad. Jalal aseguró que el problema de su país es que no ha podido decidir por sí mismo y subrayó la lucha a favor de los derechos humanos como su prioridad.

'Si soy elegida como presidenta', dijo con convicción, 'promoveré buenas relaciones con todos los países del mundo y en especial con nuestros vecinos'. En política interior, prometió 'luchar a favor de los derechos humanos, los de las mujeres y los niños'. 'Trabajaré con toda mi fuerza en pro de la unidad y solidaridad entre todos los grupos étnicos', enfatizó.

Poco después reconoció a un grupo de periodistas que había recibido 'mucho apoyo de los hombres'. Sólo así se explican las 188 firmas que ha conseguido para presentar su candidatura, ya que quienes han tenido acceso a la carpa de la Loya Jirga constataron que la mayoría de las mujeres (unas 160) declaraba su intención de votar a Karzai. El actual jefe del Gobierno provisional fue presentado por más de mil firmas.

A la pregunta de si le apoyará si como todo indicaba salía elegido, Jalal evitó responder de forma directa. 'Quiero la paz y la estabilidad para mi país, y que el pueblo de Afganistán salga adelante; cualquiera que trabaje con ese objetivo tendrá mi apoyo'.

Jalal, de 35 años, es doctora en Medicina por la Universidad de Kabul y trabajaba en el departamento de pediatría del hospital Atatürk hasta la llegada de los talibanes. Pero su energía no podía quedar encerrada en casa y encontró la fórmula de burlar la prohibición al trabajo femenino como responsable de proyectos del Programa Alimentario Mundial (PAM). De acuerdo con las costumbres locales, se presentó ante la Asamblea con la cabeza cubierta y falda hasta los pies.