'La religión del MLNV tiene como objeto de culto al pueblo vasco'
Izaskun Sáenz de la Fuente (Bilbao, 1970), licenciada en Sociología y doctora en Ciencia Política y de la Administración, trabaja en el Instituto de Teología y Pastoral de Bilbao, fundación autónoma del Obispado bilbaíno. Allí ha investigado durante cinco años el mundo de ETA y su entorno, lo que se da en llamar el MLNV. El resultado lo plasmó en su tesis doctoral, leída en la Universidad del País Vasco, y después, en un libro de cerca de 300 páginas titulado El Movimiento de Liberación Nacional Vasco, una religión de sustitución, presentado el martes.
Sáenz de la Fuente explica que su obra se aproxima al análisis del MLVN en clave de 'religión política'. La investigación rompe la idea de ETA y su entorno como vinculados a la religión y a la Iglesia vasca y demuestra que la violencia terrorista sólo tiene sentido a la luz de una operación de trasferencia de sacralidad. En ella, la izquierda abertzale abandona la concepción laica de la política prototípica de las sociedades civiles modernas en favor de un nuevo objeto de culto, 'el pueblo vasco'. Frente al altar de la patria, cualquier sacrificio de salvación es asumible.
'Sólo el 2% de los jóvenes del MLNV es católico practicante y el 48% es ateo'
'La religión del MLNV tiene como objeto de culto una Euskalherria independiente, con integridad territorial (incluye las tres provincias del País Vasco francés y Navarra); con una lengua que le caracteriza y que es el cordón umbilical que une a la tierra vasca, y que aparece nucleada en torno a Navarra. Es la religión entendida como instrumento de dar sentido a la vida, de compromiso existencial', explica.
Sáez de la Fuente no quiere ser fotografiada para la entrevista. Aduce que 'en estos momentos el clima está muy enrarecido' y no tiene ánimo. Sáenz de la Fuente reconoce que el binomio violencia y religión suscita polémica, pero destaca que el trabajo demuestra la preocupación de la Iglesia vasca por profundizar en el problema de la violencia más allá de los estereotipos. 'Quisiera que sirva para el acuerdo entre las distintas sensibilidades ideológicas y políticas de este país. He experimentado la cercanía de nacionalistas y no nacionalistas en la interpretación del libro. He visto que el modelo religioso del MLNV poco tiene que ver con el que les puede inspirar a ambos. Todos tenemos que revisar las distintas identidades en aras de la convivencia', señala.
El trabajo refleja cómo la práctica convencional de la religión es cada vez menor en los jóvenes del MLNV. Sin embargo, es precisamente en ese movimiento en el que mejor se refleja la presencia del ritual iniciático. 'El 48% se reconoce en la increencia o ateísmo, porcentaje que duplica al [de los jóvenes] del PNV más EA; el 37% es indiferente o agnóstico; el 13% poco o nada practicante y sólo el 2% es católico practicante'. La autora resalta que esa 'transferencia de sacralidad' se nutre de determinadas prácticas litúrgicas, como los homenajes a los militantes muertos. 'Son espacios privilegiados de condensación simbólica; una especie de escenario en el que se van desarrollando todos los símbolos del pueblo', apunta.
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