_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una gesta española: Woody Allen

Algunos lectores de este periódico, quizás muchos, habrán interpretado la concesión del Premio de las Artes de la Fundación Asturiana a Woody Allen como otro ejemplo más de la presencia norteamericana en la cultura española actual desde la música a las matemáticas. Pero están muy equivocados, porque Woody Allen es un símbolo más bien europeo que del país que le vio nacer. O, más precisamente, de la cultura occidental cinematográfica y de escoger un apelativo nacional, sería por su parte el de Francia. Porque el actor y director de Nueva York se siente querido y hasta adorado en el país galo. Pero Francia no le ha dado hasta ahora una condecoración equivalente a la actual española.

Y se puede afirmar que el Premio de las Artes concedido por el jurado aludido ha sido un gesto intelectual y artístico muy valiente. Porque Woody Allen no es un símbolo de Estados Unidos, sino más bien de la cultura cinematográfica occidental, y concretamente de lo que representa Nueva York como compendio histórico y social del siglo XX, y por eso quiso hacer algo que le acercara a Nueva York después de la catástrofe del 11-S y accedió a participar en un evento colectivo de acercamiento a su país.

Sin duda, los jurados de los premios Asturias están en buena vena liberal, pues antes del premio a Woody Allen lo habían concedido al autor teatral bien conocido en todo el mundo, Arthur Miller, y admirador él mismo de Woody Allen.

Pero Arthur Miller es, sobre todo, un autor muy americano que se siente muy heredero de la tradición teatral de su país. Es más, cabe afirmar que Miller es un americano por antonomasia hasta el punto de haber sido marido de Marilyn Monroe, aunque su originalidad no se limita a este hecho, pues podría vérsele como un rebelde dentro de su país y fue perseguido en tiempos del infame inquisidor McCarthy. Aunque Miller triunfó globalmente por su arte teatral. En suma, Miller es un autor universal que puede llegar a un público muy variado.

Woody Allen es, en cambio, un complejo actor-autor que no está al alcance de públicos 'populares' y, por lo mismo, es un autor de estos días que requieren públicos menos elitistas que Miller. Y por esta razón podría incluso hablarse de Woody Allen como autor de estos días que requieren versatilidad: actor y autor realmente europeo y nada fácil de interpretar a pesar de su aire jovial. Es más, pocos escritores de nuestro tiempo tienen la admiración que despierta Woody Allen. Por eso, el jurado ha podido premiarlo.

Sobre todo en estos tiempos en que la libertad de conciencia corre peligros indudables en España y la Europa conservadora. Woody Allen es un rebelde de un género muy de estos días y por ello la juventud universitaria europea (y también americana) le ve como símbolo rebelde, aunque sea un artista como pocos. Sorprende verdaderamente que el jurado del Asturias le haya distinguido, y cabe suponer que muy pocos en ese jurado entienden lo que Woody Allen significa verdaderamente. Y es de elogiar no obstante que hayan inclinado la balanza a favor de una figura artística tan singular en España y en toda Europa. Podría incluso hablarse de una gesta que honra al jurado ovetense y que sorprenderá fuera de España a mucha gente por la valentía intelectual y artística de la decisión. Y los lectores deben congratularse del gesto del jurado.

Juan Marichal es profesor emérito de la Universidad de Harvard.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_