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El canal Segarra-Garrigues, el mayor proyecto hidráulico catalán en curso, estará acabado en 2010

El canal Segarra-Garrigues, la mayor infraestructura hidráulica que se construirá en Cataluña en muchos años, largamente anunciada, ha arrancado con todo el boato que se merece un proyecto permanentemente reivindicado por las zonas de secano del sur de la provincia de Lleida y que acumula demasiadas demoras y promesas gubernamentales incumplidas. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, anunciaron ayer, tras el acto de colocación de la primera piedra de las obras de impulsión y conexión en la presa de Rialb (Noguera), que el canal estará construido dentro de ocho años, aunque el agua llegará a las primeras fincas ya en 2004.

Matas y Pujol destacaron en sus discursos la importancia de esta infraestructura, que cuando esté acabada regará 70.000 hectáreas repartidas por un total de 77 municipios de las comarcas leridanas siguientes: Noguera, Segarra, Pla d'Urgell, Urgell, Segarra y Garrigues. Estas demarcaciones están habitadas por más de 200.000 personas. 'El canal será una gran aportación a la política de equilibrio territorial y fundamental para el desarrollo económico de estas comarcas. A partir de ahora el ritmo de las obras dependerá de vosotros', les dijo Pujol a los regantes, a quienes exhortó para que agilicen los trámites administrativos para acometer las concentraciones parcelarias.

El canal Segarra-Garrigues, que beneficiará a 19.000 regantes, es un proyecto con una larga trayectoria histórica que se remonta al año 1959, aunque no fue hasta 1999 cuando recibió el impulso definitivo con la firma de un protocolo de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat, por un lado, y entre la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y la Comunidad de Regantes, por otro.

El futuro canal tendrá una longitud de 85,7 kilómetros, la toma de agua estará en la presa de Rialb, donde ayer se colocó la primera piedra de la estación de bombeo, y finalizará en el pantano de regulación que se construirá en l'Albagès, de 100 hectómetros cúbicos de capacidad. Esta infraestructura hídrica permitirá introducir nuevos cultivos en la zona, especialmente de frutales, y aumentará la rentabilidad de los ya existentes, como el olivo y el almendro o los cereales y forrajes. El presupuesto de las obras supera los 1.200 millones de euros (más de 200.000 millones de pesetas), cantidad que aportarán el Gobierno central y la Generalitat. La Administración autonómica aportará 781,3 millones de euros y la Administración central, los 420,7 restantes. Los regantes pagarán 6.000 euros por hectárea, cantidad que devolverán al Gobierno central y a la Generalitat durante 30 años.

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